Los fármacos de dudosa efectividad deberían excluirse del gasto público, según los expertos participantes en el estudio Delphi

La Fundación Salud, Innovación y Sociedad, a través del estudio Delphi, ha recogido la opinión 140 expertos de Sanidad -ex ministros, consejeros y directivos sobre las perspectivas de futuro del Sistema Nacional de Salud (SNS).

En los próximos 15 años, el gasto sanitario total va a seguir creciendo en España por encima del Producto Interior Bruto (PIB) y se va a mantener el déficit público como recurso familiar de financiación. Ésta es una de las respuestas unánimes de los 141 expertos en Sanidad de España -ministros, consejeros de sanidad y directores- entrevistados para el estudio Delphi, Un análisis prospectivo del desarrollo y sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud , realizado por la Fundación Salud, Innovación y Sociedad y la Fundación Abril Martorell, con el respaldo del Ministerio de Sanidad y Consumo y las Consejerías de las Comunidades Autónomas.

Los ex ministros, consejeros y directivos consultados para el estudio han coincidido en que se va a perpetuar el rechazo de libertad de precios para los medicamentos sin receta y la desregularización para las innovaciones de valor terapéutico, pese no a ser lo deseado, tal y como han expresado estos profesionales de la Sanidad, avalados por sus más de 20 años de experiencia en sus respectivos cargos.

Respecto al gasto y financiación del Sistema Nacional de Salud, la opción de futuro más aceptable en este campo es la sustitución actual de la financiación de los medicamentos según la edad, por el de tramos de nivel de renta como criterio de exención. Además, todos coinciden en la necesidad de políticas de control de gasto de medicamentos, sobre todo la exclusión de la financiación de fármacos de dudosa efectividad y las políticas de incentivación del cambio por genéricos.

Aceptación de nuevos copagos sanitarios

Por otro lado, el rechazo a cualquier tipo de copagos para el sistema público sanitario ha sido una respuesta minoritaria. De hecho, sólo uno de cada diez entrevistados -de los 141- se ha mostrado negativo a cualquier tipo de copagos para el futuro de la Sanidad Pública. En ese sentido, como manifiesta el director del estudio y director de la Fundación Salud Innovación y Sociedad, Juan José Artells, «la mayor parte de los entrevistados han coincidido en señalar la necesidad de desbloqueo de este tipo de financiación para determinadas prestaciones y la necesidad de determinadas formas de corresponsabilidad en el coste por parte de los ciudadanos». Asimismo, se muestran positivos ante cuatro de las cinco opciones de copago mencionadas en el estudio -servicios hoteleros, servicios no asistenciales altamente personalizados, por aportación terapéutica y por prestaciones asistenciales. Sin embargo, rechazan el copago por los servicios asistenciales.

También existe consenso sobre la necesidad de potenciar políticas de Salud Pública para modificar comportamientos de riesgo para la población como son «una alimentación inadecuada, falta de ejercicio físico, tabaquismo y otras adicciones, entre otros hábitos de vida a modificar», detalla el director del estudio. Sin embargo, esta coincidencia contrasta con el pobre pronóstico de cambio en la Atención Primaria como centro del sistema asistencial y una mayor especialización en los hospitales.

La integración del Ministerio de Sanidad en un organismo de Política Social más amplio es otra de las necesidades con pocas perspectivas de llevarse a cabo, según los expertos entrevistados. En este ámbito, la modernización en los instrumentos de gestión, la reducción del clientelismo político en el nombramiento de gestores y la mejora cualitativa de la información a los pacientes, son algunos de los anhelos de estos profesionales entrevistados que se «harán difícilmente realidad».

El aumento del presupuesto dedicado a investigación biomédica y a la mejora en la actualización de conocimientos de los profesionales de la salud centrará también el SNS en los próximo 15 años.

Estas respuestas son una pequeña muestra del estudio Delphi cuyo objetivo principal es «ofrecer la posibilidad que la sociedad conozca el posicionamiento de las autoridades sanitarias respecto a las perspectivas de futuro de nuestra Sanidad Pública», concluye Artells.