Los jóvenes se pasan con el alcohol

18Abr. 07

Uno de cada tres adolescentes se ha emborrachado en el último mes y siete de cada diez jóvenes de 16 años consumen alcohol en el fin de semana, según datos de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

La edad media de inicio en el consumo de alcohol ha bajado hasta los trece años, según ha advertido la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, en el marco de las XXXIV Jornadas Nacionales de Socidrogalcohol, una cita que ha reunido en Valencia a expertos mundiales para analizar los últimos datos sobre las adicciones en nuestra sociedad.

«Los jóvenes españoles están imitando el peor modelo posible, el anglosajón, consistente en ingerir grandes cantidades de alcohol en poco tiempo», ha destacado la delegada del Gobierno. No obstante, el verdadero problema es, en palabras de Moya, «la baja percepción que tienen los jóvenes de los peligros que conlleva el consumo de alcohol».

Actualmente, existen evidencias científicas que recuerdan que abusar del alcohol afecta al sistema nervioso central y provoca daños cerebrales que se traducen en problemas de concentración, olvido, pérdida de memoria, influye asimismo en su capacidad de actuación, además de generar lesiones en la hormona del crecimiento y en el sistema digestivo, como ha recordado Moya. Por tanto, no elegir el alcohol como compañero de fiestas hace disminuir el riesgo de estos graves problemas.

El alcohol no es tu amigo

La baja percepción de estos riesgos atiende a que «no consideran el alcohol una droga y el modelo de drogadicto que tienen los jóvenes es el del consumidor de heroína de antaño, el que se visualizaba por el deterioro en el aspecto y que además está asociado a ambientes marginales». En cambio, «el consumidor actual es más joven, está integrado socialmente en el ámbito académico o laboral, es consumidor de varias sustancias y la ingesta se produce de forma intermitente vinculada al ocio», ha detallado Chacón.

Minimizar los riesgos también ha facilitado la «normalización» entre los jóvenes del consumo en grandes dosis y ya «parece que su forma de divertirse sea siempre con la presencia de una sustancia adictiva», incluido el alcohol. Ejemplo de ello es, en palabras de la delegada, el «macrobotellón» y la creencia general de que «no pasa nada» por consumir cervezas o vino en abundancia con cierta frecuencia.

Paralelamente a esta situación y al hecho que no se ha aprobado la Ley Antialcohol, por «falta de consenso social», según ha expresado Chacón, más de treinta asociaciones del país han emitido un comunicado manifestando su preocupación por el consumo de alcohol en la adolescencia y a unas edades cada vez más tempranas.

La Asociación Española de Pediatría (AEP), en concreto, que integra a la práctica totalidad de los Pediatras españoles, así como sus Sociedades filiales, la Sociedad de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) y la Sociedad de Medicina del Adolescente (SEMA), insisten en la necesidad de adoptar medidas que frenen el consumo de alcohol en los adolescentes y embarazadas.