El Ministerio de Sanidad y Política Social, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios y la Dirección General de Tráfico anunciaron ayer que será obligatoria en breve la inclusión de un icono de advertencia en aquellos fármacos que cuyos efectos pueden afectar a la hora de conducir un vehículo.
El pictograma consistirá en un triángulo equilátero rojo con la base horizontal y un coche negro en el interior, muy parecido a la forma a una señal de tráfico. Debajo del dibujo constará la leyenda «Conducción: ver prospecto».
El objetivo del nuevo símbolo y de la campaña que rodeará su puesta en marcha es llamar la atención de la ciudadanía sobre la combinación de volante más medicamentos. Así, el Ministerio pretende que los usuarios lean más los prospectos, que ya incorporan des de hace años advertencias sobre los posibles efectos en quienes conducen o manejan maquinaria peligrosa.
Según la subsecretaria de Sanidad, Consuelo Sánchez Naranjo, «ya se han analizado los posibles efectos sobre la conducción de 389 principios activos, que equivale a 4.390 medicamentos, un 32,6 por ciento del total de fármacos autorizados». Los indicarían que el 60% de los analizados, es decir, 2.632 medicamentos, deberán incluir el símbolo.
La Unión Europea estima que entre un 5 y un 10 por ciento de los accidentes de tráfico en territorio comunitario podrían deberse a los efectos de la medicación en la conducción. Las alteraciones más frecuentes son la somnolencia, los mareos y la visión borrosa. Once estados de la UE ya aplican pictogramas similares.
Recomendaciones ante la ingesta de medicamentos
El Ministerio y la Agencia han aprovechado la campaña para recordar las recomendaciones básicas acerca de la ingesta de fármacos:
– Conocer cómo se reacciona ante la medicación que se está tomando antes de conducir o utilizar maquinaria peligrosa. Si se observan alteraciones en los reflejos y capacidad de concentración, indicarlo al médico y evitar conducir.
– La reacción del organismo ante los medicamentos es más manifiesta en los primeros días de tratamiento, en especial durante las primeras horas después de la ingesta del mismo.
– Seguir siempre las instrucciones del médico sobre la dosis y la duración de un tratamiento.
– Tomar alcohol y medicamentos conjuntamente puede incrementar los efectos adversos (mayor sedación y somnolencia, pérdida de reflejos, etc.).
– Si se conduce de manera habitual, hay que recordárselo al médico y pedirle que busque la medicación que menos interfiera.
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