Los microchips de DNA hacen posible elaborar el retrato genético de la hepatitis C y del cáncer de hígado

Investigadores del IDIBAPS, en colaboración con la Universidad de Washington, han detectado 132 marcadores potenciales de enfermedad hepática comparando unos 13.600 genes de tejidos sanos y enfermos. Estos datos llevarán al desarrollo de las herramientas pronósticas, diagnósticas y terapéuticas del futuro.

Hoy en día hay que recurrir a una biopsia para determinar cómo evoluciona un enfermo con infección crónica por virus de la hepatitis C (VHC) y realizar un pronóstico. Alrededor de un 20 por ciento de estos pacientes desarrollarán una fibrosis hepática y cirrosis. La investigación actual intenta definir mecanismos moleculares que determinen cuál será la evolución de los enfermos, y la tecnología de microchips de DNA ofrece un análisis genético de los procesos biológicos suficientemente exhaustivo para identificar estos marcadores.

Investigadores del Institut d»Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS) colaboran estrechamente con la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington para aplicar esta técnica al estudio de dos de las principales patologías hepáticas: la infección por el VHC y el carcicoma hepatocelular (CHC). El doctor Jordi Bruix, jefe del equipo IDIBAPS Oncología hepática y miembro del Servicio de Hepatología del hospital Clínic de Barcelona, junto con la doctora Loreto Boix, del mismo equipo de investigación, han sido dos de los principales impulsores de estos trabajos.

La revista Hepatology (38: 1458-1467) refleja parte del trabajo que han protagonizado los investigadores de IDIBAPS. En este estudio han comparado la expresión génica en tres tipos de tejido hepático: hígados sanos no infectados, hígados cirróticos infectados por el VHC, y muestras de CHC y tejido adyacente cirrótico.

La Universidad de Washington aportó la estructura y la tecnología necesarias para hacer los estudios genéticos. Los experimentos con microchips de DNA permitieron contrastar las diferencias entre los patrones de expresión de unos 13.600 genes de cada muestra de tejido. Los datos obtenidos perfilan 132 genes candidatos a convertirse en marcadores de hepatitis C y enfermedad hepática progresiva con desarrollo de cáncer de hígado.

Los investigadores han obtenido lo que podríamos llamar un retrato genético de la infección por VHC, una vez identificada la variabilidad normal que se puede observar en un hígado sano. El equipo, dirigido por el doctor Jordi Bruix, mantendrá los próximos años la colaboración con los científicos de la universidad estadounidense, con el objetivo de ampliar el conocimiento de los mecanismos que determinan la aparición de cáncer de hígado y su progresión en enfermos con cirrosis hepática de etiología viral.

Estudios previos ya establecieron las variaciones genéticas que presentan los tumores en fase precoz. En la actualidad se están explorando tejidos de enfermos sin infección viral para delimitar claramente la relevancia de cada factor involucrado en la inducción de cirrosis y cáncer. Se pretende, pues, obtener el conocimiento detallado de los mecanismos moleculares que llevan a la enfermedad para posibilitar, en un futuro próximo, el desarrollo de nuevas herramientas diagnósticas y terapéuticas.