15May. 01
La falta de una mayor investigación y la lentitud con la que los nuevos tratamientos son aprobados por la administración, obliga a los oncólogos a pedir que se constituya esta institución pública.
Las recientes Jornadas de Actualización en Oncología celebradas en Huesca han servido para que los especialistas resalten que hoy la investigación clínica contra esta enfermedad en nuestro país está en manos mayoritariamente de la Industria Farmacéutica, con intereses diferentes a la de los médicos y pacientes. Y para que deje de ser así, recomendaron crear un Instituto Nacional del Cáncer.
Como ejemplo de la falta de adecuación de los tratamientos actuales con los conocimientos más avanzados sobre cáncer en España, el doctor Antonio Antón explica que «la administración sanitaria debe impulsar la investigación clínica que facilite el uso de los fármacos antineoplásicos en indicaciones que no están aprobadas». Pues según Antón, jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, «existen datos publicados en revistas científicas de prestigio de demuestran su eficacia».
Como investigador y organizador de estas jornadas auspiciadas por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el doctor Antón lamenta que «la investigación clínica depende básicamente de la voluntad de la industria farmacéutica, cuyos intereses no siempre coinciden con los del oncólogo». Una situación totalmente contraria a la de Estados Unidos. «Es llamativo que en nuestro país haya un sistema público de salud y, sin embargo, la investigación clínica depende de la financiación privada», opina el doctor Antón, al revés de EE.UU donde «prevalece la asistencia privada y la investigación clínica es potenciada y financiada por entidades públicas, como el Instituto Nacional del Cáncer».
Por ello, los oncólogos reunidos coincidieron en la creación de un Instituto Nacional del Cáncer como mejor solución para satisfacer la necesidad investigadora en nuestro país y acelerar los trámites de aprobación de los nuevos tratamientos.
Cuando un fármaco útil aún no está aprobado
Otro de los problemas tratados durante la jornada fue la disponibilidad de fármacos para el tratamiento oncológico cuya indicación aún no está aprobada por la Administración. Sobre este tema, el doctor Antonio Antón resalta el grave problema ético y legal que supone prescribir un fármaco o combinación de fármacos para una indicación no aprobada, aunque se disponga ya de datos publicados en revistas científicas que muestran que ese tratamiento es más activo y menos tóxico que los utilizados.
En opinión de Antón, «existen procedimientos administrativos concretos para obtener medicamentos que no se han aprobado, como es el caso del uso compasivo». Aunque este procedimiento tiene el problema de que «requiere el cumplimiento de una serie de trámites administrativos y a veces la Administración tarda en autorizarlo».
El panorama está cambiando muchísimo. Gracias a medios como Internet, hoy un paciente puede llegar a la consulta del oncólogo con mucha más información debajo del brazo sobre los últimos tratamientos y «es el propio paciente el que exige que se le trate de una cierta manera», afirma este miembro de la SEOM.
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