Los peligros de la obesidad infantil

15Nov. 04

El sobrepeso y obesidad se han convertido en la epidemia del siglo XXI y el hecho que más preocupa en la actualidad a los expertos es su progresivo incremento en los niños.

Cerca de 22 millones de niños menores de cinco años presentan sobrepeso u obesidad. En Estados Unidos el 10 por ciento de los niños en edad preescolar tienen sobrepeso y la mitad presentan intolerancia a la glucosa. «En Estados Unidos al igual de lo que ha sucedido en muchos países europeos como España, el número de niños con sobrepeso se ha duplicado y el de adolescentes se ha triplicado. La prevalencia de la obesidad en la población entre 12 y 17 años ha aumentado de un cinco a un 13 por ciento en varones y de un cinco a un nueve por ciento en mujeres», comenta la doctora Wihelmine Wiese, Profesora de Medicina y Directora del Programa en la Facultad de Medicina de la Universidad Wayne State.

Una de las principales consecuencias de este trastorno es la disminución de la expectativa de vida, según los expertos, entre dos y cinco años. «Hoy en día estamos viendo a niños con enfermedades clásicas de los adultos como diabetes mellitus tipo II o hipertensión. La obesidad y el sobrepeso constituyen el principal factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas asociadas a la alimentación como las patologías cardiovasculares, derrames cerebrales, y ciertos tipos de cáncer (colon y endometrio fundamentalmente), además de otras enfermedades como apnea del sueño, síndrome de hiperventilación, algunos trastornos musculoesqueléticos e incluso infertilidad. La presencia de todas estas patologías se traduce en un aumento de la morbi-mortalidad.

En opinión de la doctora Wiese, en el desequilibrio entre el aumento de las comidas altas en azúcar y grasa y la disminución de la actividad física se encuentra la raíz de este problema. «En los últimos años se están publicando estudios que vienen a ratificar el papel de determinados alimentos en la génesis de la obesidad. Así, un estudio publicado el pasado mes de agosto en la revista JAMA ha mostrado que el consumo elevado de refrescos edulcorados con azúcar representa una de las principales fuentes de calorías de la dieta americana. Su consumo ha aumentado de forma paralela al incremento de la obesidad».

El manejo de esta enfermedad requiere, según esta especialista, una iniciativa de ámbito internacional que incluya a distintos sectores de la sociedad tanto sanitarios como sociales. «El cambio se debe iniciar con campañas de educación en las escuelas. No se puede admitir que, en la actualidad, la dieta en las escuelas no responda a los requisitos de una dieta equilibrada y esté basada en el consumo de azúcar y grasas».

En España, la situación es a grandes rasgos muy similar. Según el estudio Dorica, el más amplio realizado en nuestro país para determinar la prevalencia de los factores de riesgo vascular y evaluar el impacto de la obesidad, más de la mitad de la población española presenta exceso de peso y un 17 por ciento obesidad, siendo la comunidad andaluza junto con Canarias y Galicia las de mayor incidencia. «El sobrepeso constituye un grave problema sanitario en nuestro país. Según el estudio Dorica, el 10% de la mortalidad total es atribuible a este trastorno que además favorece la aparición de otras comorbilidades como diabetes, hipertensión y niveles altos de colesterol, implicados en la aparición de enfermedades cardiovasculares», afirma el doctor Jesús Millán, catedrático de Medicina Interna y jefe del servicio de Medicina Interna del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

Con el objetivo de intentar frenar esta epidemia, un grupo de especialistas españoles están trabajando en la elaboración de unas tablas de riesgo para evaluar la probabilidad de una persona con determinados factores de riesgo de sufrir un evento cardiovascular. «El estudio Dorica nos ha permitido conocer como se comporta la población y con estos datos podemos hoy mediante las tablas en las que estamos trabajando identificar a los pacientes con mayor riesgo lo que nos permitirá actuar de forma precoz», comenta el doctor Millán.