Más del 80 por ciento de la población adulta tiene algún problema bucal que requiere tratamiento. Las caries son muy habituales, pero más frecuentes y menos conocidas son las enfermedades relativas a la encía, sobre todo, la piorrea. Entre un 60 y un 80 por ciento de la población adulta sufre dolencias de encías.
El presente estudio señala también que un 23 por ciento de la población tiene problemas de hipersensibilidad dental, a un 17 por ciento le sangran las encías en la actualidad, y un 8,5 por ciento reconoce que padece a la vez sangrado de encías, hipersensibilidad y caries. Las enfermedades más comunes son las caries y la piorrea.
Caries y piorrea
La caries es sin duda el trastorno más conocido. En sus comienzos no se puede detectar a simple vista; además las caries se contagian mediante la saliva. Por eso es muy importante la visita al especialista, máxime porque las caries son reversibles en sus primeras etapas. En este caso, basta con una limpieza bucal adecuada y con la aplicación de fluor por el dentista, con una frecuencia de cada tres a seis meses. Si la caries es ya irreversible, se puede obturar, mediante empastes de amalgama de plata y mercurio, (los más habituales) o de resinas compuestas (blancos, parecidos a los dientes normales).
La piorrea, según el doctor Cueto, especialista en Estomatología, afecta al 98 por ciento de la población mundial. Consiste en la pérdida progresiva del hueso de la encía. Los dientes van quedando descarnados hasta que finalmente se mueven y se caen. Este proceso es lento, comienza a los 15 años y se empieza a notar a los cuarenta. Hay formas más rápidas, pero generalmente sus efectos dramáticos se producen a edades relativamente avanzadas. No obstante, podemos curar la piorrea, mediante la detención del proceso. Desgraciadamente no podemos recuperar el hueso perdido por lo que, una vez más, es importante el diagnóstico temprano. La curación de la piorrea consiste en la eliminación de los microbios de la placa o sarro que se hayan adherido a la superficie de la raíz.
Las preocupantes cifras esbozadas se deben a la escasa cultura de salud bucal en España. No existe un verdadero comportamiento preventivo ya que un 40,5 por ciento de los españoles cree que se debe acudir al dentista sólo cuando se tiene un problema. El doctor Cueto aconseja la visita al dentista dos veces al año para las personas jóvenes y una vez para las mayores con la idea de prevenir todo tipo de trastornos.
En cuanto a los hábitos higiénicos, el 60 por ciento de los españoles mantiene una adecuada limpieza bucal, pues se cepilla los dientes dos o tres veces al día; un 9,7 por ciento lo hace menos de una vez y un 2,3 por ciento nunca lo ha hecho. Los expertos señalan que lo ideal es cepillarse los dientes después de cada comida, aunque una limpieza a fondo al día puede ser suficiente. En ambos casos se recomienda el uso de una pasta dental con fluor y calcio, además del empleo de hilo dental de seda, indispensable para mantener una salud bucal adecuada.
Por otro lado, el estudio también señala la tendencia a la especialización de los tratamientos buco-dentales. Por este motivo, cada vez son más habituales las limpiezas, los tratamientos estéticos, los implantes y las intervenciones sobre las encías. En los próximos años, las clínicas dentales emplearán más frecuentemente los tratamientos farmacológicos y se producirá una mayor aplicación de las radiografías, la revisión instrumental y la sonda periodontal.
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