28Abr. 15
La trombosis venosa profunda también puede afectar a viajeros de transportes terrestres de igual o superior duración (autobús, tren, coche).
El síndrome de la clase turista o trombosis del viajero afecta a los viajeros en avión durante vuelos de más de cuatro horas, ya que hay varios estudios que apuntan que puede aumentar entre dos y tres veces el riesgo de trombosis venosa profunda, según ha destacado Manuel Miralles, jefe de la Unidad de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital La Fe de Valencia.
Con motivo del XXIII Congreso Nacional del Capítulo Español de Flebología y Linfología (CEFyL) de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular, celebrado en Valencia, este experto ha realizado una revisión crítica y una exposición pública de la evidencia científica disponible sobre este problema de salud.
En principio, ha explicado Miralles, afecta a personas que realizan vuelos con una duración de más de cuatro horas, o que utilizan transportes terrestres de igual o superior duración (autobús, tren, coche).
De hecho, se estima que cada año se producen alrededor de 150.000 trombosis venosas profundas derivadas de vuelos de larga duración en todo el mundo, lo que “conlleva un riesgo de embolia pulmonar y muerte”.
En cambio, este experto contradice la creencia de que el síndrome de la clase turista esté ligada al hacinamiento durante los viajes, tal y como sugiere su nombre. De hecho, se sabe que al menos un presidente (Richard Nixon) y dos vicepresidentes de Estados Unidos sufrieron trombosis venosas o embolias pulmonares durante sus mandatos “a pesar de viajar en condiciones excelentes en el Air Force One”.
Según ha reconocido Miralles, de manera general no es necesario tomar ácido acetil salicílico o anticoagulantes de manera previa cuando se va a realizar un viaje de más de cuatro horas de duración, pero si aconseja tomar medidas preventivas si se presentan uno o varios factores de riesgo: trombofilia (propensión a desarrollar trombosis), toma de anticonceptivos orales, obesidad, cáncer o haber sufrido una cirugía en las semanas previas al viaje.
En estos casos, las medidas preventivas pasan por usar medias de compresión elástica; levantarse y deambular con frecuencia; realizar ejercicios de flexo- extensión durante algunos minutos cada hora, moviendo brazos y piernas y levantando la punta de los pies y moviendo los tobillos; beber suficiente agua o zumos; y elegir un asiento de pasillo para estirar mejor las piernas y cambiar de postura.
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