Luces tóxicas

17Dic. 01

El Instituto Nacional de Toxicología ha alertado del peligro que supone meterse en la boca cápsulas de plástico rellenas de líquido fluorescente, conocidas como luz química, que suelen utilizarse en la pesca, una práctica que se ha puesto de moda entre los jóvenes que van a bailar a las discotecas.

La alerta se ha producido después de que una chica de 14 años resultara intoxicada grave en un local de ocio tras ingerir por accidente el líquido que contiene esta cápsula. Este incidente ha revelado que algunos jóvenes «han puesto de moda bailar con una bolita de éstas dentro de la boca para que con la luz ultravioleta de las discotecas se les iluminen los dientes y la cara. Es un mecanismo que utilizan para fardar y hacer algo exótico, pero que supone un riesgo», explica José Cabrera, Jefe del Servicio de Toxicología.

Las cápsulas de luz química son frecuentes en el mercado, contienen materiales fluorescentes y se utilizan para iluminar y practicar la pesca nocturna. Se pueden comprar en centros comerciales y en tiendas especializadas en material de pesca, aunque algunos jóvenes aseguran también que pueden adquirirse en las discotecas. Cabrera asegura que estas cápsulas «no están hechas para metérselas en la boca porque jugar con ellas supone un grave riesgo».

El líquido que contiene esta cápsula está compuesto habitualmente por talatos, alcohol y peróxido de hidrógeno (agua oxigenada). Estas sustancias afectan a los pulmones y las mucosas y en dosis más altas afectan al sistema nervioso y generan problemas gastrointestinales. Según los expertos el contenido es altamente tóxico, pero no llega a resultar mortal.

En términos generales, una simple cápsula consumida por una persona que pese entre 50 y 60 kilos no es suficiente para provocar la muerte, pero se debe tener en cuenta que cada persona tiene distintos márgenes de reacción y en algunos individuos puede haber una reacción alérgica grave a algunas de las sustancias que contienen en su interior.