Manejo del lactante febril sin focalidad

Aunque los expertos debaten aún el correcto manejo del lactante con fiebre sin sintomatología, están de acuerdo en afirmar que la aplicación de las vacunas conjugadas contra bacterias como Haemophilus influenzae y el neumococo han disminuido la incidencia de meningitis y otras infecciones bacterianas invasivas.

Se acaba de editar un manual, el Manejo del lactante febril sin focalidad , que recoge el trabajo y la experiencia de un grupo de especialistas españoles liderados por los doctores Javier Benito, Jefe de sección de Urgencias de Pediatría del Hospital de Cruces de Baracaldo y Santiago Mintegi, del servicio de Urgencias del mismo hospital, sobre el abordaje del lactante con fiebre sin foco, así como diagnóstico y tratamiento de las patologías bacterianas más prevalentes en esa edad.

Los pediatras coinciden en afirmar que la fiebre es el principal motivo de consulta en los servicios de urgencias. Pero, el manejo de lactante febril sin focalidad supone también un gran reto para el pediatra porque dispone de poco tiempo para identificar si el niño puede tener una mala evolución.

En nuestro país, se estima que el origen de entre el 1,5 y el cinco por ciento de los casos de fiebre en niños de entre tres y 36 meses con temperatura igual o superior a 39º es una bacteria en la sangre. El neumococo es el responsable del entre el 60 y el 85 por ciento de estos casos y el Haemophilus influenzae de entre el cinco y el 20 por ciento.

Según el doctor Benito, «todas las infecciones bacterianas han de diagnosticarse lo más precozmente posible, pero esto es especialmente importante en el caso de la meningitis y la sepsis ya que la mortalidad y las secuelas se incrementan de forma notable al mínimo retraso en el diagnóstico y tratamiento». «En otras infecciones por bacteria como la neumonía o la bacteriemia oculta es posible una segunda oportunidad», añadió.

En este sentido, aunque hay un debate abierto sobre el correcto manejo del lactante febril sin sintomatología, los expertos están de acuerdo en afirmar que la aplicación de las vacunas contra bacterias como Haemophilus influenzae y el neumococo han disminuido la incidencia de meningitis y otras infecciones bacterianas invasivas, por lo que esta situación está obligando a replantear los clásicos esquemas de manejo de la fiebre en el lactante, acercándose a posturas menos invasivas.

La prevención

La aparición de vacunas conjugadas frente a gérmenes causantes de enfermedades infecciosas invasivas en la población infantil ha supuesto una disminución sustancial en las mismas poblaciones vacunadas.

«De esta forma, las enfermedades invasivas causadas por Haemophilus influenzae tipo b, meningococo C o neumococo han experimentado un importante descenso en las zonas donde la vacunación se ha aplicado de forma universal», explicó el doctor Mintegi. Y esto, como era predecible, ha provocado cambios significativos en el manejo de los lactantes febriles sin focalidad