Manuel Rodríguez: si seguimos luchando, en el 2010 el dolor se convertirá en una especialidad

El presidente de la Sociedad Española del Dolor nos avanza los contenidos del próximo VI Congreso de la SED que se celebrará en Gran Canaria el próximo octubre. Además, el doctor Manuel Rodríguez hace con nosotros balance de su etapa como presidente de la SED y de la evolución del manejo del dolor en España en los últimos años.

M EDICINATV.COM: ¿Qué avances destacaría de los que se van a presentar en el VI Congreso Nacional de la Sociedad Española del Dolor?

MANUEL RODRÍGUEZ: Por un lado, desde el punto de vista farmacológico se hablará de los nuevos analgésicos, los nuevos fármacos anticonvulsidantes para tratar ciertos tipos de dolor, como el dolor neuropático, o para el dolor crónico en general. Y, por otro lado, se mostrarán todos los avances en técnicas especializadas para tratar un dolor crónico que no se consigue controlar mediante tratamientos farmacológicos, como son los bloqueos, radiofrecuencias, ozonoterapia y neuromodulación, entre otros.

Haga balance. ¿Cómo ha evolucionado el manejo del dolor en nuestro país?

En los últimos años ha habido un desarrollo muy grande pero no el que a todos nos gustaría. Hemos avanzado mucho respecto a 15 años atrás, equiparándonos con países europeos como Francia, Alemania o Inglaterra. Pero todavía queda mucho por hacer. Debemos seguir luchando para difundir más la importancia del dolor crónico, de sus repercusiones sociales, económicas, etc. Y seguir insistiendo en que las distintas administraciones autonómicas actúen en consecuencia. Un buen modelo a seguir es el de Estados Unidos, pues potencian la investigación y el desarrollo de fármacos y de técnicas para combatir el dolor crónico.

¿Qué papel han jugado las Unidades del Dolor en esta evolución?

La primera que empezó a funcionar fue la del Hospital Doce de Octubre de Madrid y la puso en marcha el doctor José Luis Madrid Arias, a principios de la década de los setenta. Desde entonces, ya se han desarrollado en prácticamente todos los hospitales de nivel dos y tres. Aunque todavía seguimos teniendo el mismo problema: la inmensa mayoría de los médicos que nos dedicamos a tratar el dolor dentro de estas unidades somos anestesiólogos, especialistas en Anestesiología y Reanimación. Una especialidad que tiene déficit. Eso ha impedido que las Unidades del Dolor se desarrollen de la manera deseable.

¿Cuáles son las principales demandas lanzadas desde la Sociedad Española del Dolor?

Tenemos dos peticiones prioritarias: la primera es que las Unidades de Dolor sean multidisciplinarias y no estén formadas únicamente y exclusivamente por anestesiólogos. Pedimos, por tanto, que puedan entrar especialistas de otras ramas como reumatólogos, traumatólogos, neurocirujanos, etc. Y la segunda demanda: como sabemos que hoy de cada 100 pacientes con dolor crónico 83 son atendidos por Atención Primaria, pedimos que estos médicos se formen de manera adecuada en el tratamiento del dolor crónico hasta un nivel determinado. Y que a partir de ese nivel, sepan derivarlos a las unidades pertinentes.

También ha evolucionado la escala analgésica, ¿cuál es ahora el reto?

Lograr pasar del primer escalón de la escalera analgésica que propone la Organización Mundial de la Salud (OMS). Porque es un hecho que el 60 por ciento de los pacientes con dolor crónico no pasan de los tratamientos con AINEs o paracetamol. Y del global de pacientes es muy significativo que casi la mitad estén insatisfechos con las medidas que siguen y con la atención que les dispensa el médico. En ese sentido, el médico debe ser consciente que al igual que controla de manera estrecha si un paciente tiene una diabetes o una hipertensión, el dolor crónico se debe equiparar. Desde la SED no nos cansaremos de repetirlo.

¿Qué balance hace de su etapa como presidente de la Sociedad Española del Dolor?

Muy positivo. Porque hemos conseguido sentar las bases para resolver la problemática a la que nos enfrentamos. Así, para que el dolor pase a ser propiedad de todos, hemos puesto en marcha un sistema de acreditación de Unidad del Dolor, para que todos aquellos profesionales que lo deseen puedan formarse. Por otro lado, hemos pedido al Ministerio de Sanidad un área de capacitación en dolor, para que los médicos especialistas puedan conseguir un título de la especialización en dolor. Ahora, la nueva junta directiva que tomará posesión en breve debe seguir trabajando, para que en el 2010, cuando la Unión Europea abra la puerta a nuevas especialidades médicas, nosotros estemos en el listón de salida y seamos los primeros.