17Nov. 09
Se pone en marcha un estudio pionero, impulsado por AstraZeneca, que tratará de identificar los distintos subgrupos de pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica y conocer la evolución natural de la patología en relación con la edad, los años de hábito tabáquico, la zona geográfica y otras características del afectado.
En un futuro los neumólogos podrían diagnosticar la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y prever, en cierta medida, el pronóstico y la evolución de la patología según las variables de cada paciente. Como resultado, aplicarían un tratamiento personalizado adecuado a las necesidades de cada paciente. Éste es el principal objetivo de un estudio pionero en España en el que participan más de 40 hospitales y 2.000 pacientes y que analizará los diferentes fenotipos de EPOC para aplicar, a largo plazo, terapias personalizadas. El estudio SEPOC será puesto en marcha por AstraZeneca y la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
«Vamos a tratar de hallar unas variables definitivas que nos sirvan de corte para identificar los diferentes fenotipos de EPOC que existen, es decir, queremos establecer unos parámetros que nos indiquen, en el momento del diagnóstico, cuál será el pronóstico del paciente y si va a evolucionar de una forma u otra», explica el doctor Germán Peces Barba, investigador del estudio SEPOC y jefe asociado del Servicio de Neumología de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid.
La investigación, en la que participarán pacientes mayores de 35 años, fumadores y que sufran EPOC, se espera que tenga una duración aproximada de 10 años y será observacional a todos los niveles asistenciales. «Se observará al afectado y sólo se le ofrecerán los instrumentos que están disponibles en la actualidad: diagnóstico de la enfermedad, control, consejos para el cese del tabaquismo, tratamiento y prevención de exacerbaciones», señala el Dr. Peces Barba, quien añade que, cada seis meses, el paciente será revisado para comprobar cómo se están comportando las variables que fueron recogidas el primer día del seguimiento.
«Aunque sabemos que todos los casos no son iguales, en la actualidad tratamos a los pacientes siguiendo el mismo patrón basado en las recomendaciones de las guías clínicas; por ello, los resultados de este estudio podrían ser fundamentales para, en un futuro, aplicar una terapia distinta a un grupo determinado de enfermos, dependiendo de sus variables y de los años que tiene, el tiempo que lleva fumando, la cantidad diaria de cigarros consumidos.», apunta este experto.
el Dr. Peces Barba considera que, con los resultados de la investigación, los neumólogos serán capaces de prever, en cierta medida, si el paciente se mantendrá estable, evolucionará negativamente a causa de las exacerbaciones o si la enfermedad progresará de forma lenta o rápida. «A lo largo del estudio recogeremos muestras biológicas de los pacientes con el fin de detectar la presencia de alguna proteína o marcador diferenciador que nos adelante, desde las fases más tempranas, la naturaleza de la patología», manifiesta.
«La finalidad de este proyecto es diferenciar a los pacientes según su tipo de EPOC y formar subgrupos para que, a continuación, los neumólogos puedan implantar el tratamiento más específico y obtener mejores respuestas, aumentando así la calidad de vida del paciente», resume Peces Barba.
La influencia del tabaco
Por otra parte, este neumólogo explica que, de forma paralela y dentro del estudio SEPOC, se realizará una recogida de pacientes fumadores pero que no hayan desarrollado aún EPOC. «Se les hará un seguimiento igual que a los afectados durante esos años y se observará cómo el tabaco influye en la posible aparición y evolución de la enfermedad; asimismo, se analizarán otras lesiones que produce el hábito tabáquico y los beneficios que se producen en el organismo una vez que se deja de fumar», matiza.
Peces Barba recuerda que el 10 por ciento de la población española padece EPOC y en el 90 por ciento de los casos la enfermedad se debe al consumo de tabaco. «Sin embargo, cerca del 80 por ciento de la población no es consciente de la enfermedad, lo que deriva en un diagnóstico tardío, porque los afectados tienden a atribuir los síntomas de tos, expectoración y disnea a los efectos propios del tabaco o al envejecimiento natural», asegura.
Pero, al mismo tiempo, «esta enfermedad pulmonar obstructiva hace referencia a un problema funcional que requiere pruebas respiratorias como la espirometría para diagnosticarse y los médicos de Atención Primaria apenas cuentan con esta herramienta», revela este experto. «Con la utilización de esta prueba sería posible la detección en fases precoces y se podría actuar».
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