Un estudio realizado por Eroski Consumer revela que el 55 por ciento de los centros de adelgazamiento no respeta criterios clave de salud y nutrición ya que, entre otras cuestiones, uno de cada cuatro trabajadores que atienden estas consultas no cuentan con formación cualificada.
El estudio ha analizado 110 centros de 18 ciudades españolas: 10 centros en Barcelona y Madrid, siete en Bilbao, Valencia, Málaga, Sevilla y Zaragoza y cinco en A Coruña, Alicante, Córdoba, Granada, Murcia, Oviedo, Pamplona, San Sebastián, Santander, Valladolid y Vitoria. A todos ellos, los técnicos acudieron actuando como clientes anónimos interesados en perder peso.
El objetivo era analizar qué centros ofrecían a sus clientes una pérdida de peso realista, eficaz y en unos términos saludables. Los pasos que se siguieron para identificar la causa del exceso de peso, cómo era la explicación del tratamiento (si era basado en un producto estrella o bien era un programa personalizado con dieta y ejercicio físico), su eficacia, la profesionalidad y atención demostrada por el personal del establecimiento.
De este modo, comprobaron que el 44 por ciento de los centros no realizaba una medición adecuada del exceso de peso y tan sólo un 28 por ciento realizó una exploración física al paciente. Más alto fue el porcentaje de centros (un 66 por ciento) que se interesaron por si el cliente se había hecho una analítica de sangre recientemente, aspectos ambos indispensables para realizar un buen diagnóstico.
No obstante, sólo el 42 por ciento de los centros indagó acerca de tres o más antecedentes personales o familiares del paciente, mientras que la pregunta de si se tomaba algún medicamento no se formuló en 66 de los 110 establecimientos visitados, «un aspecto fundamental que en ocasiones condiciona tanto el tratamiento como sus efectos secundarios».
El cliente que acude a estos centros de adelgazamiento busca que, una vez realizadas todas las pruebas, se le explique con detalle en qué consiste el tratamiento dietético. Sin embargo, los técnicos de Eroski Consumer comprobaron que sólo el 36 por ciento de los profesionales ofrece una información aceptable sobre los posibles tratamientos.
La mitad de los centros recurre a productos estrella
Además, es necesario destacar que la mitad de los centros recurre a los tratamientos basados en productos estrella, un aspecto que, directamente, les penaliza en el análisis realizado porque estos tratamientos ni enseñan hábitos alimenticios correctos ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso.
Así ocurre en siete centros de Barcelona; cinco de Bilbao y Sevilla; cuatro en Madrid, Alicante, Zaragoza, Murcia y Valencia; tres en San Sebastián y en Valladolid; dos en A Coruña, Santander, Vitoria, Granada y Málaga; y uno en Pamplona y en Oviedo. Córdoba es la única ciudad de las 18 analizadas en la que ningún centro recomendó un tratamiento basado en un producto estrella o sesiones de cabina.
Por lo que respecta a la duración del tratamiento los resultados tampoco son positivos. Según consenso de los profesionales de la salud, lo lógico sería que el tratamiento durase hasta conseguir el objetivo marcado en el inicio pero, sin embargo, esta premisa sólo se cumple en el 55 por ciento de los centros visitados, mientras el resto fija una fecha concreta (22 por ciento) o la deja en manos del paciente (23 por ciento).
Profesionales sin formación
En cuanto a los trabajadores, según explican los autores del estudio, tan sólo médicos (endocrinos o especializados en nutrición) o diplomados y técnicos superiores en dietética están cualificados para establecer valoraciones nutricionales y recomendaciones dietéticas.
Sin embargo, en casi uno de cada cuatro establecimientos visitados se observó que los profesionales que atienden estos centros no poseían la cualificación recomendable para ejercer estas labores.
En cuanto a la atención al cliente, apenas hay quejas en este sentido.
© 2022 Medicina Television S.A Spain