Médicos de familia y nefrólogos se reúnen con el objetivo de mejorar la prevención de las enfermedades renales en España

La Enfermedad Renal Crónica (ERC) se ha convertido en un problema de salud pública, debido a que su prevalencia en la población general española está en torno al 11 por ciento (según estudios de la SEN). Además, se asocia a una importante morbi-mortalidad cardiovascular, así como a costes sanitarios muy elevados sobre todo en fases avanzadas (diálisis y trasplante). Actualmente, un número importante de pacientes con ERC están todavía sin diagnosticar, bien porque no se efectúan controles de función renal, o bien porque tienen una ERC oculta (no se realiza una adecuada valoración o estimación de la función renal).

En este contexto, la Sociedad Madrileña de Medicina Familiar y Comunitaria (SoMaMFyC) y la Sociedad Española de Nefrología (SEN) pretenden una mayor sensibilización y formación del médico de Atención Primaria en la prevención y el manejo de la ERC, debido a su mayor cercanía a la población general.

Por tanto, y con el objetivo de establecer un mayor acercamiento entre ambas sociedades científicas y de intercambiar información para conseguir un mejor conocimiento de las enfermedades renales, se celebran las II Jornadas de Enfermedad Cardiovascular y Nefropatía, con el apoyo del Instituto de Salud Carlos III y el patrocinio de Novartis.

Según el Dr. Emilio González Parra, vocal de la Junta Directiva de la SEN y uno de los coordinadores de las Jornadas «este curso es de suma importancia porque vamos a dar a conocer el documento de consenso entre ambas sociedades. Además, queremos informar a los asistentes sobre la importancia de un adecuado diagnóstico de la insuficiencia renal, así como de la gran cantidad de pacientes que se prevé llegarán a nuestras consultas con este diagnóstico, y establecer conductas comunes de acuerdo con el documento».

Prevención de las enfermedades cardiovasculares y renales

El riñón es el órgano más vascularizado por unidad de peso del organismo, por lo que el daño renal suele implicar en la mayoría de las ocasiones, un daño vascular generalizado. De hecho, muchas veces el primer signo de daño vascular es la aparición de microalbuminuria en la orina.

Todos los pacientes tienen riesgo cardiovascular desde el punto de vista renal, tanto en la insuficiencia renal, como por la aparición de proteinuria y microalbuminuria. A medida que progresa el deterioro de la función renal se incrementa de forma exponencial el riesgo cardiovascular. Del mismo modo, la aparición de microalbuminuria con una función renal normal incrementa el riesgo cardiovascular desde valores casi normales.

Según el Dr. José María Lobos, coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedad Cardiovascular de semFyC y otro de los coordinadores de estas Jornadas, «la prevención de la enfermedad renal pasa por un mejor control de sus factores de riesgo, principalmente la hipertensión arterial, aún no bien controlada en más de un 60 por ciento de los hipertensos en España, y la diabetes mellitus, sin olvidar otros factores como la obesidad abdominal (predictor de diabetes), colesterol elevado o hábito tabáquico. Tanto hipertensos como diabéticos son atendidos y seguidos crónicamente en más de un 90 por ciento en Atención Primaria en nuestro país. Sabemos que entre el 35-40 por ciento de estos pacientes pueden presentar algún grado de insuficiencia renal, aunque muchas veces no esté adecuadamente diagnosticada».

Para que todo esto funcione, tanto la SoMaMFyC como la SEN proponen que en cada área de salud se protocolice el seguimiento conjunto entre Atención Primaria y Nefrología, con unos objetivos a cumplir en función del estadio de la enfermedad renal, empezando por la prevención y alcanzando al paciente con insuficiencia renal avanzada.

Mejora de la coordinación entre AP y Nefrología

Uno de los retos más importantes es conseguir una mejor coordinación entre los médicos de Atención Primaria y Nefrología. Hasta hace poco la relación entre ambos niveles asistenciales era escasa, y los pacientes se enviaban al hospital con la ERC avanzada, y casi siempre de una forma definitiva. Actualmente, «con el tipo de pacientes que vemos en las consultas, y los métodos de evaluación de la enfermedad renal, se diagnostican muchos más pacientes con esta enfermedad. Este incremento del número de pacientes, muchos de ellos derivados por la edad y su implicación pronóstica, hace fundamental que se mejore la coordinación entre ambos colectivos», señala el Dr. González Parra.

Por tanto, «la mejoría de la atención de la ERC debe hacerse mediante planes de detección temprana en la población en riesgo de desarrollo de ERC, lo que implica una estrecha coordinación y colaboración con Atención Primaria», puntualiza el Dr. Lobos.

Pero en la actualidad, los médicos se encuentran con una serie de dificultades que perjudican una mejor coordinación: la Nefrología no está presente en el segundo nivel asistencial, sólo a nivel terciario (hospitalario) a diferencia de otras especialidades médicas; la falta de tiempo; la sobrepresión asistencial; y sobre todo, que existen pocas iniciativas de las administraciones sanitarias (centrales y autonómicas) para promover la coordinación entre niveles asistenciales.

Documento de consenso SEN-semFyC

Las II Jornadas de Enfermedad Cardiovascular y Nefropatía se iniciaron con la presentación de un documento elaborado por la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFyC) y la Sociedad Española de Nefrología (SEN), que nació de la mutua necesidad de establecer unos esquemas básicos de actuación ante los problemas más comunes que se encuentra el médico de Atención Primaria, en relación con el daño renal.

El documento pretende promover la prevención y el mejor manejo clínico posible de los pacientes con ERC en el Sistema Nacional de Salud, así como aportar criterios unificados entre ambas sociedades científicas de definición y derivación de la ERC, fácilmente asumibles por los médicos.