La colesterolemia, junto con la hipertensión, la diabetes y el tabaquismo forman los factores de riesgo más importantes en enfermedades cardiovasculares. Así la reducción de los índices de colesterol LDL (lipoproteina de baja densidad) produce una disminución considerable de la incidencia y mortalidad de la cardiopatía isquémica y enfermedades cardiovasculares en general. Para bajar estos índices de colesterol lo básico es controlar la alimentación.
La hipercolesterolemia es una enfermedad muy ligada a los hábitos nutricionales de la población. En los últimos años estos hábitos han cambiado provocando una subida de los índices colesterol en la sociedad española. La vuelta a la cocina tradicional y a los alimentos habitualmente utilizados en la dieta mediterránea es reivindicada por los especialistas en nutrición para luchar contra esta hipercolesterolemia. «Los alimentos tienen una riqueza insustituible. Hay propiedades de los alimentos que no se pueden sustituir con fármacos», asegura el doctor Miguel Angel Rubio, del servicio de Endocrinología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. «Por ejemplo, el ajo que ayuda a controlar el nivel de colesterol es también un anticoagulante que ayuda a la circulación. Estas dos propiedades juntas es muy difícil que se consigan en un fármaco», apunta el doctor Rubio.
Nuevos estudios sobre plantas tradicionalmente empleadas en las dietas de países mediterráneos, asiáticos e hidués como son el olivo, la soja y el gugulón, han demostrado sus propiedades en la reducción del colesterol «malo». Así han presentado estos alimentos un grupo de expertos en nutrición y farmacología reunidos en el simposio «Colesterol, aspectos preventivos desde la alimentación y la fitoterapia». De esta forma se ha descubierto, por ejemplo, nuevas aportaciones del olivo para mejorar la salud. Los efectos beneficiosos del aceite para tratar distintas afecciones como la diabetes, la tensión arterial elevada y las altas tasas de colesterol, son ya bien conocidos por la población. Sin embargo «recientes estudios experimentales con animales han demostrado la incidencia positiva de la hoja de olivo en la hipercolesterolemia, siendo fundamentalmente el oleuropeosido presente en la misma, uno de los principales responsables tanto de esta actuación como de sus efectos beneficiosos en los procesos leves de hipertensión arterial y de diabetes», asegura Concepción Navarro, catedrática de Farmacología de la Universidad de Granada.
Así, si se completa la dieta con un aporte diario de esta planta «estaríamos consiguiendo una reducción del colesterol «malo», produciéndose incluso ligeros incrementos del colesterol bueno o HDL», afirma Navarro. Otros de los alimentos reconocidos por sus propiedades para prevenir la acumulación de colesterol son el ajo y el aceite de salmón. El ajo, además de la acción reductora del colesterol y los triglicéridos sanguíneos, eleva el nivel de HDL y previene la arteriosclerosis. Asimismo tiene un importante efecto antiagregante y antioxidante sobre las arterias.
El aceite de salmón, y en general todo pescado rico en ácidos grasos insaturados, han demostrado sus beneficios en la prevención de la enfermedad coronaria. Numerosos estudios han puesto de manifiesto el bajo índice de enfermedades cardiovasculares en los esquimales y en países con una alta ingesta de pescados grasos como el salmón. Los especialistas en nutrición aconsejan tomar pescado al menos una vez a la semana ya que «está demostrado que es capaz de reducir hasta un 50 por ciento la incidencia de muerte súbita producida por arritmias cardiacas», afirma el doctor Miguel Angel Rubio. La dieta mediterránea se resalta como una de las responsables de que España sea uno de los países europeos con menor índice de mortalidad coronaria «a pesar de que consumimos más grasas que otros países, gracias a la compensación que hacemos con la dieta mediterranea mantenemos el equilibrio. Una alimentación rica en pescado, verduras, fruta y aceite de oliva son alimentos que tienen de sobra demostrada su eficacia contra la arteriosclerosis», sostiene el endocrino.
Las dietas asiática e hindú reducen también el colesterol
La soja y el gugulón son dos de los alimentos que se utilizan en la dieta asiática e hindú y que los médicos consideran que debemos importarlos por sus buenos resultados terapéuticos a la hora de bajar los índices de colesterolemia en la sangre. «El gugulón es una goma oleo-resinosa obtenida a partir de un arbusto originario de India, Pakistán y Bangladesh que se llama commiphora mukul. Tradicionalmente se ha empleado en la medicina ayurvédica tradicional hindú. A esta planta se le atribuye propiedades en el tratamiento de afecciones como el reumatismo, la colitis crónica, diarrea, y diferentes trastornos ginecológicos», aclara la farmacóloga Concha Navarro.
Otro de los alimentos de los que se puede sacar provecho para combatir el colesterol es la soja. Tanto la lecitina como la proteína que se obtiene de la soja, una planta de uso común en los países asiáticos, han sido tradicionalmente utilizados en el tratamiento de desórdenes de este tipo.
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