Los bebés que crecen demasiado rápido durante los primeros cuatro meses de vida son más proclives a convertirse en niños y adultos obesos, afirman los investigadores del Hospital Infantil de Filadelfia y de la Facultad de Medicina de Pennsylvania (Estados Unidos).
Un aumento rápido de peso durante los primeros meses de vida puede estar ligado a la obesidad en la infancia, según este estudio publicado en la revista Pediatrics. Parece ser que en los primeros meses de vida el cerebro ajusta los patrones de alimentación y apetito y los bebés sobrealimentados al comienzo de la vida pueden desarrollar una tendencia a comer en exceso en el futuro.
«Los primeros meses del recién nacido son un período crítico en el establecimiento de la obesidad, los bebés duplican su peso al nacer durante los primeros cuatro o seis meses y por tanto es un momento en el que se desarrolla la regulación del peso. Además, un aumento rápido de peso puede estar también relacionado con problemas cardiovasculares en otras etapas de la vida, ambas condiciones se unen a menudo en el mismo individuo», explica el doctor Nicolas Stettler, director de la investigación y especialista en nutrición pediátrica del Hospital Infantil de Filadelfia.
Lactancia materna
La Academia de Pediatría estadounidense recomienda que durante los seis primeros meses se alimenten exclusivamente con lactancia materna, sin agregar otros alimentos durante ese período. A partir de esa edad se podrían empezar a añadir lentamente alimentos sólidos y seguir con la leche materna hasta que el bebé tenga un año. Sin embargo, muchos padres empiezan a agregar los alimentos sólidos hacia los cuatro meses, lo cual según estudios recientes no es lo más recomendable para el bebé.
«Los bebés que toman leche materna aumentan de peso más lentamente que los que se alimentan con leches de fórmula, y es menos probable que lleguen a tener sobrepeso», añade el doctor Stettler.
El mayor aumento de peso en los bebés tiene lugar entre los primeros cuatro a seis meses, es por eso que una de las hipótesis sostiene que corresponde a un período crítico para el desarrollo de los mecanismos biológicos que regularían la obesidad. Algunos estudios realizados en animales avalan esta teoría, por ejemplo, uno realizado en ratas que demuestra que cuando están sobrealimentadas en los primeros días de vida experimentan cambios en la región del cerebro que regula el apetito y según los investigadores podría pasar algo parecido en los humanos.
Los autores de la investigación han hallado también que los hijos primeros y aquellos cuyas madres tienen un alto índice de masa corporal presentan una mayor probabilidad de tener sobrepeso cuando lleguen a los siete años de edad. Estos dos condicionantes ya se habían puesto de manifiesto en estudios previos.
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