30Oct. 03
Un estudio norteamericano establece una escala para medir la capacidad física y concluye que este dato constituye un predictor de mortalidad mucho más útil que las tablas de Framingham, por lo que propone que se realicen pruebas de este tipo incluso a la población adulta sana. El beneficio es especialmente considerable en las mujeres: aumentar un punto su capacidad física reduce un 17 por ciento su mortalidad.
Que el ejercicio físico aporta beneficios para la salud de hombres y mujeres está de sobra reconocido y comprobado. Ahora, un estudio en Circulation , el órgano de expresión de la American Heart Association, ha concluido que este beneficio es mayor en las mujeres y que determinar la capacidad física de una persona constituye un útil predictor de mortalidad.
Según el estudio Women Take Heart Project (WTH), una pobre capacidad para realizar ejercicio físico, en mujeres, es un predictor de la mortalidad más efectivo que otras herramientas como la puntuación en la tabla de riesgo de Framingham (basada en los niveles de colesterol, hipertensión, y existencia o no de tabaquismo y diabetes).
«Estudios anteriores habían mostrado la asociación entre una pobre capacidad para realizar ejercicio físico y menor supervivencia en hombres con o sin enfermedades del corazón», explica una de las autoras del estudio, la doctora Martha Gulati, «pero este es el primer estudio de dimensiones suficientemente grandes que investiga en mujeres sanas».
En el estudio WTH, iniciado en el año 1992, han participado 5.271 mujeres norteamericanas con una media de 52 años. Todas ellas sin enfermedades cardíacas, aunque algunas tenían hipertensión, colesterol alto, diabetes y otros factores de riesgo. El primer paso fue realizarles a todas ellas una prueba física para determinar su capacidad aeróbica.
Los investigadores midieron esta capacidad de ejercicio físico en equivalentes metabólicos MET, una escala que tendría en un extremo una puntuación de 1,5 MET en las mujeres menos preparadas físicamente y al otro extremo una puntuación de 20 en aquellas con mayor capacidades. La media de todas las mujeres fue de 8 MET.
Luego se compararon los índices de capacidad aeróbica con la mortalidad por distintas causas en los siguientes ocho años, y según la doctora Gulati se observó que «cada punto MET que se incrementaba la capacidad física, el porcentaje de mortalidad se reducía un 17 por ciento».
Beneficio también en hombres
Un estudio similar en hombres sin enfermedad cardiaca dirigido por la Clínica Cooper de Dallas concluyó que cada punto MET que se ganaba en capacidad física se reducía la mortalidad un ocho por ciento.
«Actualmente nadie recomienda test de capacidad física a los individuos sanos, sin embargo, nuestro estudio ha demostrado el beneficio de esta prueba en mujeres asintomáticas», explica la doctora Gulati, quien añade que este índice de capacidad puede ayudar a los pacientes a modificar sus estilos de vida.
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