El informe sociológico La Menopausia en España: Calidad de Vida y Tratamientos revela que 2,7 millones de mujeres con menopausia, el 61 por ciento de las 4,5 millones de españolas que se encuentra en esta etapa, desconoce que las alteraciones en el estado de ánimo, como la irritabilidad o los cambios de humor, son efectos de la menopausia. Junto con otros síntomas poco conocidos, como el nerviosismo, la depresión y los dolores psicosomáticos, las distintas alteraciones psicológicas es lo que más afecta a las mujeres con menopausia.
De las 4,5 millones de españolas que sufre menopausia, el 60 por ciento asegura que les repercute mucho o bastante en su calidad de vida. Según el estudio i>La Menopausia en España, realizado por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), las distintas alteraciones psicológicas son lo que más afecta a las mujeres y sin embargo, el 61 por ciento desconoce que los cambios de humor e irritabilidad son un síntoma de la menopausia.
En este sentido, el Prof. Javier Ferrer Barriendos, presidente de la AEEM, comenta como «hasta ahora los profesionales tenían la percepción de que las sofocaciones eran el síntoma más importante». En cambio el estudio ha revelado que existe «todo un complejo de alteraciones del estado de ánimo, cierta tendencia a la tristeza o a la falta de sueño, que afecta a las mujeres casi tanto como las sofocaciones», añade.
Por otro lado, el estudio también nos ha permitido conocer la preferencia y confianza de la mujer española por los tratamientos naturales para combatir los síntomas de la menopausia y, por el contrario, el temor hacia los tratamientos hormonales. Y es que las mujeres españolas todavía se muestran muy reticentes a la terapia hormonal para tratar los síntomas de la menopausia. Mientras que el 88 por ciento de los ginecólogos la recomiendan, sólo el cuatro por ciento de las mujeres que la necesita la utiliza.
La elección del tratamiento
A la hora de elegir tratamientos, según el estudio sólo el 56 por ciento de las mujeres con menopausia sigue el consejo de su ginecólogo y casi una de cada diez (el ocho por ciento) recurre a amigas y familiares para que les recomienden una terapia. El estudio muestra que el 63 por ciento de las españolas utiliza sustancias naturales -fitoestrógenos, isoflavonas o la soja-, el 19 por ciento hierbas y el 18 por ciento aceites naturales. El 12 por ciento toma antidepresivos y ansiolíticos. Los ginecólogos no consideran estos tratamientos los más eficaces.
Según muestra el informe, estos profesionales recomiendan al 88 por ciento de las mujeres con síntomas de la menopausia terapia hormonal (conocida como TH), ya que lo consideran el tratamiento más eficaz, aunque sólo el cuatro por ciento de las mujeres la utiliza, por falta de información y miedo. El 43 por ciento de las mujeres refieren miedo s sufrir algún tipo de cáncer.
El profesor Ferrer asegura que «la terapia hormonal es un tratamiento seguro y eficaz con el control del ginecólogo y no hay dudas sobre su beneficio para tratar las alteraciones de ánimo y los otros síntomas conocidos». Y a este respecto el profesor Ferrer reclama un mayor esfuerzo de divulgación médica para cambiar esta situación.
Por otro lado, los expertos alertan de los posibles peligros para la salud de utilizar productos que no hayan pasado los procesos de seguridad pertinentes, aunque se trate de sustancias naturales.
No olvidar la vida sana
Es muy importante también recetar hábitos de vida saludables:»la mujer que llega a la menopausia y que quizás no ha tenido tiempo de cuidarse a sí misma; ese el momento de inflexión para empezar a hacer una dieta equilibrada y en esta época de la vida hay que hacer hincapié en la ingesta de calcio y vitamina D, hacer ejercicio físico, mantener el peso, evitar el tabaco», recuerda el profesor Ferrer.
Estas medidas son gratuitas y siempre positivas para las mujeres menopáusicas. «A aquellas que tiene cuadros muy severos o muy duros que les afecta mucho a la calidad de vida, les aconsejo no sufrir, no padecer años de infierno de la menopausia y confiar en los médicos», concluye.
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