Las consejeras de Salud de la Andalucía y Extremadura, María Jesús Montero y María Jesús Mejuto, han mostrado su satisfacción por la futura ley de Cuidados Paliativos y Muerte Digna que aprobará el Gobierno en marzo de 2011, confiando en que dicha norma fomente la atención domiciliaria durante el final de la vida.
.»Es el lugar preferido por el ciudadano en estas situaciones», ha asegurado Montero durante el desayuno informativo Dos consejeras contra el dolor , organizado por la Plataforma SinDOLOR, junto con FUINSA y la Fundación Grünenthal, en el que ha recordado que la ley andaluza de muerte digna, aprobada en marzo de este año, puede servir para «sentar las bases» de una norma a nivel nacional.
De hecho, la consejera andaluza ha reconocido que el 90 por ciento de los andaluces prefiere evitar el dolor en situaciones terminales «pese a que esto suponga un acortamiento de la vida», y es en estos casos cuando es preferible que los cuidados paliativos se ofrezcan en el domicilio «en lugar de en un espacio que no se percibe como propio».
Montero confía en que la nueva ley sirva para «preservar la voluntad del paciente» en el momento final de su vida y garantizar «que se pueda cumplir en cualquier lugar».
Del mismo modo, confía en que también ha de servir para otorgar «capacidad de voluntad clínica» a los profesionales sanitarios que atienden a estos pacientes para que «puedan desarrollar su trabajo sin ningún tipo de problema».
Por su parte, la consejera de Extremadura ha reconocido que, pese a que todavía no se conoce el contenido del texto que aprobará el Gobierno el año que viene, el objetivo es «sentar bien las bases de lo que se puede o no hacer, hasta dónde se puede llegar y qué límites no se deben sobrepasar».
En este sentido, Mejuto ha recordado que Extremadura cuenta con un programa de cuidados paliativos pionero y de referencia a nivel nacional y, por ello, están a favor de aquellas medidas que permitan abordar un tema (la muerte digna) sobre el que «no se ha cerrado el debate».
«Hay muchos mitos que se han abierto que, en ocasiones, no respondían a la realidad, por lo que es adecuado sentar unas bases a partir de las cuales poder trabajar y ofrecer un «abordaje equitativo en todo el Sistema Nacional de Salud (SNS).
El dolor: la patología más frecuente en la población
Sin embargo, Mejuto precisa que los cuidados paliativos son una parte del tratamiento del dolor, considerado como «la patología más frecuente de la población», por lo que ha reclamado también que se ponga en marcha un plan nacional contra el dolor que no sólo ofrezca solución para los pacientes en situación terminal u oncológicos.
«El objetivo es que el tratamiento del dolor forme parte de la cartera de servicios del SNS», asegura la consejera extremeña, que aboga también por incluir la medición del dolor como un signo vital habitual -al igual que la presión arterial o la temperatura corporal- y mejorar la formación de los profesionales en el manejo de esta dolencia.
En este sentido, Montero ha destacado que en Andalucía está ultimando una guía de práctica clínica para el uso seguro de los opioides, sobre todo teniendo en cuenta que en el último año se han utilizado 2,5 millones de estos medicamentos para mitigar el dolor.
Además, advierte de la necesidad de distinguir entre el dolor agudo y el dolor crónico, si bien «ambos necesitan una respuesta multidisciplinar» tanto en los centros de Atención Primaria como en las unidades especializadas existentes en los hospitales.
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