¡Muévete por tu corazón!

01Ago. 08

El sedentarismo se ha convertido en una de las peores amenazas para la salud. En la mayoría de ocasiones, se traduce en problemas graves de peso mientras que en otras, se convierte en complicaciones mucho más importantes para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.

De hecho, según asegura el profesor de la Facultad del Deporte de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), Antonio Raposo Ramírez, las personas sedentarias «tienen un 270 por ciento más de posibilidades de padecer un accidente cardiovascular que aquellas que realizan ejercicio físico de manera regular».

Además, tienen un 160 por ciento más de riesgo de sufrir diabetes, un cien por cien de hacerlo de osteoporosis o cáncer de colon, un 70 por ciento de padecer de hipertensión, y un 60 por ciento más de riesgo de sufrir cáncer de mama.

Ejercicio físico: el motor de la salud

Para prevenir estos males, los expertos aconsejan hacer ejercicio de forma habitual, es decir, entre tres y cinco veces por semana. De esta manera, afirman que se consiguen beneficios sobre el control del peso corporal, la hipertensión, el aumento de la densidad ósea, una mejor capacidad respiratoria, la reducción de la ansiedad, y la mejora del estado de ánimo o de la autoestima.

Asimismo, es recomendable realizar ejercicio a cualquier edad. Por ejemplo, en el caso de los adolescentes, actualmente llevan un estilo de vida demasiado ligado al consumo de las nuevas tecnologías como la televisión, el ordenador y los videojuegos. Todo ello, ha provocado una clara tendencia de reducción de la actividad física y el deporte y un empeoramiento de los niveles de salud de los jóvenes.

Para que la situación cambie, es esencial que la familia (tanto padres como hijos) se conciencien de la importancia de la práctica deportiva en sus vidas. Y es que el ejercicio debe convertirse en un hábito más como ducharse, lavarse los dientes o comer todos los días.

Además, tal y como afirma el profesor Raposo, el deporte también fomenta el compañerismo, la socialización de los menores, la integración de los niños en el entorno, y les inculca «una amplia capacidad de superación para afrontar los problemas desde otros puntos de vista».