"La mujer española es la que más vive en Europa, pero es cierto que en cambio tiene una peor calidad de vida, posiblemente porque las medidas preventivas todavía no sean las adecuadas en nuestro país", denuncia el doctor Santiago Palacios, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).
Aunque en España las mujeres de entre 45 y 65 años tienen menos discapacidades que en otros países europeos, a partir de esa edad ocurre lo contrario, ya que un 40 por ciento de las españolas de más de 65 años padecen algún tipo de discapacidad, fundamentalmente a causa de la osteoporosis. Pero entre ese grupo de mujeres es aun mayor el porcentaje de enfermas crónicas, ya que al tener una mayor esperanza de vida que el hombre también padecen más frecuentemente patologías de este tipo, «como la obesidad, la osteoporosis o la artrosis».
Riesgos para la salud de la mujer
La primera causa de mortalidad femenina son las enfermedades cardiovasculares, que además «matan en un 19 por ciento más a la mujer que al hombre». Estas patologías «tienen cuatro claros factores de riesgo: la hipertensión, la hipercolesterolemia, la diabetes y la obesidad», en palabras del doctor Palacios. Precisamente, las mujeres tienen más sobrepeso que los hombres y tras la menopausia registran un mayor número de hipertensas.
El segundo y tercer lugar lo ocupan el cáncer de mama y las enfermedades osteoarticulares (artrosis y osteoporosis) respectivamente. A continuación se encuentran las enfermedades del sistema nervioso central, como la enfermedad de Alzheimer o la depresión, «que es más frecuente en la mujer que en el hombre, casi tres veces a una». Finamente están «todas esas enfermedades que tienen que ver con la calidad de vida». En este grupo se encuentran la migraña y el dolor en general, que afecta más a la mujer que al hombre, así como otros trastornos «ya muy específicos de la mujer, como la incontinencia urinaria y los problemas de suelo pélvico».
Prevención
Las medidas preventivas varían según la edad de la paciente. Hasta los 45 años consisten en la práctica de «ejercicio físico, una dieta equilibrada, evitar todos los tóxicos (como el tabaco, etc.) y evitar también todas aquellas alteraciones del aparato reproductor que en esta época son importantes (como puede ser un exceso de la regla, que provoca anemia, el síndrome premenstrual severo o todas las enfermedades que están relacionadas con el propio embarazo)».
Entre los 45 y los 65 años a las anteriores medidas de prevención se suman otras destinadas a actuar directamente sobre los factores de riesgo, lo que «significa que a esa mujer que tiene el colesterol alto hay que bajárselo para evitar que tenga un infarto de miocardio o que a esa mujer que tiene la masa ósea baja hay que aumentársela para evitar que tenga una fractura por osteoporosis». Por ello, se trata de una etapa crucial para impedir la aparición posterior de estas patologías. En cambio, una vez superados los 65 años el objetivo es paliar los efectos de estas enfermedades y por ejemplo, si la paciente ya ha sufrido una fractura osteoporótica, «lo que hay que hacer es evitar que tenga otra».
© 2022 Medicina Television S.A Spain