Mujeres activas, mujeres sanas

04Dic. 01

Un estudio en Canadá ha relacionado una actividad física prolongada con una disminución del riesgo de cáncer de mama de hasta un 31 por ciento. Y ha concluido que esta actividad física beneficiosa puede ser desde las tareas de la casa hasta trabajos profesionales que comporten un esfuerzo físico contínuo.

El estudio, liderado por la doctora Christine M. Fridenreich, ha obtenido sus conclusiones tras estudiar 1.237 casos de mujeres sanas seguidas entre 1995 y 1997, publicando sus resultados en la revista especializada Medicine and Science in Sports and Exercise.

Los investigadores preguntaron a dichas mujeres cuál era la actividad física que habían realizado a lo largo de su vida, incluyendo su infancia y estudios escolares. Las mujeres que relataron más de 43 horas de actividad física semanales mostraron un riesgo de desarrollar cáncer de mama un 31 por ciento menor que aquellas que relataron que realizaban menos de 29 horas.

La principal aportación del estudio es que ha determinado que una actividad de intensidad moderada y constante, como por ejemplo realizar las tareas de la casa o determinados trabajos profesionales, disminuye el riesgo de desarrollar este cáncer; mientras que con los ejercicios recreativos de cualquier intensidad practicados de forma esporádica, no se obtiene este beneficio. Por ello, según los autores del estudio, un paseo diario de 30 a 40 minutos puede ser un buen comienzo para alcanzar un beneficioso nivel de actividad.

Sin embargo, los autores de este estudio admiten que no han probado que una mayor actividad física cause la reducción del riesgo, por lo que quizás la clave sea otro factor que intervenga en la vida de estas mujeres más activas. Por ejemplo, el ejercicio podría tener un efecto sobre las hormonas implicadas en el riesgo de cáncer de mama.