Las mujeres drogodependientes están peor vistas que los hombres, según indica el Informe anual sobre el problema de la drogodependencia en la Unión Europea publicado por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT). La función de la mujer, con un factor esencial como es la maternidad, se considera incompatible con el consumo de drogas. Por tanto, según el OEDT, las mujeres drogodependientes han de enfrentarse a más barreras que los hombres a la hora de someterse a un tratamiento adecuado.
En el informe se solicitan respuestas más ajustadas a los problemas y necesidades específicas de las mujeres. Las diferencias de género se reflejan en cuestiones como que, por ejemplo, mientras que las respuestas al consumo abusivo de drogas por los hombres suelen centrarse en los efectos relacionados con el crimen, las referentes a las mujeres parecen estar más motivadas por una preocupación ante el impacto del consumo abusivo de drogas en terceros (niños con madres toxicómanas e incluso hombres, en los casos en que las consumidoras sean prostitutas).
En relación a este tema, el informe muestra que las mujeres drogodependientes cometen menos crímenes contra la propiedad y en muchas ocasiones trabajan en la prostitución para poder costear sus hábitos, ya que esta es una manera segura de obtener ingresos, hasta para el 60 por ciento de las mujeres. Precisamente la relación entre drogas y prostitución ha sido en muchas ocasiones un motivo de preocupación debido al riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas.
Programas de información
La mayoría de estados de la Unión Europea ofrecen programas que abordan las necesidades de las mujeres consumidoras de drogas. España es uno de estos países, aunque todavía hay otros como Bélgica o Finlandia en los que no existen estos programas. Algunos de ellos ofrecen servicios destinados a las mujeres como proporcionarles un lugar en el que vivir, también ofrecen información y consejos prácticos de seguridad en las prácticas sexuales y de consumo de drogas.
Una tendencia a destacar es que las chicas prueban las drogas antes que los chicos, esto «se debe, generalmente, a que éstas tienen novios mayores que las animan a probar las drogas», informa el observatorio. Por este motivo hay algunos países (como Austria, Alemania o Suecia) que están haciendo campañas de prevención específicas para estos grupos de edad. Según el informe, «estas iniciativas se centran a menudo en la afirmación de identidad de la mujer y en cómo rechazar el ofrecimiento de drogas por parte de sus parejas u otros amigos de género masculino».
En conjunto, hay más hombres toxicómanos que mujeres. Aunque, por ejemplo, entre ellas es más común el consumo de medicamentos como la benzodiazepina. A diferencia de las drogas ilegales, este tipo de consumo no está tan mal visto socialmente, pero aún así los riesgos que se derivan para la salud son considerables.
Madres toxicómanas
«El creciente número de niños nacidos de mujeres drogodependientes que corren el riesgo de desarrollar también problemas relacionados con las drogas, y el modo en que estos niños se ven afectados, suponen un motivo de preocupación cada vez mayor», señala el informe. Por este motivo, todos los países ofrecen la posibilidad a las mujeres embarazadas de someterse a un tratamiento rápido para superar su adicción. Pero para muchas de ellas recibir asistencia sanitaria regular durante su maternidad no resulta compatible con su modo de vida.
La proporción de mujeres drogodependientes en tratamiento suele ser inferior a 1:3, es decir, sólo hay una mujer en tratamiento por cada tres hombres. Estas mujeres suelen ser más jóvenes que los hombres y según parece estas cifras no muestran el número real de mujeres con problemas de drogas. La maternidad es un motivo básico por el que muchas mujeres no se someten a un tratamiento, ya que si tienen un hijo suelen estar muy ocupadas para seguir un programa y, en otras ocasiones, temen parecer madres «indignas» y que las separen de sus hijos si se someten a tratamiento.
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