¿Necesitas ayuda para dejar de fumar?

12Ene. 01

Según la Organización Mundial para la Salud (OMS), en este momento mueren en España 45.000 personas por enfermedades relacionadas directa o indirectamente con el consumo de tabaco. La cifra de defunciones alcanzará, este año, los cuatro millones en todo el mundo. Para abandonar la adicción, los expertos recomiendan el tratamiento individualizado en el que se tenga en cuenta las particularidades de cada individuo.

Frente a las iniciativas individuales de cada fumador para intentar abandonar su adicción al tabaco, los expertos apuestan por un tratamiento supervisado por un médico en el que se combinen la terapia psicológica y la farmacológica. Según el documento técnico realizado por el Insalud y la Sociedad Española de Neumología, las posibilidades de éxito del fumador aumentan de un cinco a un ocho por ciento si es aconsejado por un facultativo. «Cuando un fumador hace un serio intento de abandonar el consumo de tabaco y ese intento se acompaña por un tratamiento médico adecuado, sus posibilidades de éxito se multiplican por cinco», asegura el director de la Unidad de Tabaquismo del Hospital de la Princesa y presidente de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (Neumomadrid), Carlos Jiménez Ruiz.

Para determinar el grado de dependencia del fumador y realizar un diagnóstico más adecuado existen una serie de test en los que a través de preguntas muy concretas se determina el tipo de adicción de cada paciente. El más utilizado es el test del experto sueco K.O Fagerstön. El motivo principal de realizar una terapia farmacológica y psicológia es debido a que en el tabaquismo, además de la adicción física a la nicotina, convergen otro tipo de hábitos adictivos de carácter psicológico, social y hasta gestual. «Un fumador que lleve fumando 20 cigarrillos al día durante 20 años consecutivos, el gesto de sacar un cigarrillo de la pitillera lo ha hecho más de 300.000 veces, pero el de dar una calada, inhalar el humo y expulsarlo después, lo ha realizado más de un millón de veces. Evidentemente eso crea una dependencia gestual en el fumador que es muy importante que sepamos diagnosticar y tratar», afirma Jiménez Ruiz.

Los expertos que han realizado este documento técnico aconsejan realizar una serie de técnicas cognitivo-conductuales con el objetivo de modificar la conducta del fumador. Una de las recomendaciones es utilizar la llamada técnica adversiva, que consiste en fumar rápido hasta que el fumador se sature y así experimentar sensaciones desagradables derivadas del tabaco. Otra de las fórmulas aconsejadas es la de intentar controlar los estímulos asociados al consumo, evitar tomar alcohol, café u otras bebidas con las que se solía acompañar el acto de fumar, y realizar un autoanálisis sobre los motivos que le llevan a desear dejar de fumar.

Estas técnicas repercuten directamente sobre los factores que nos llevan a fumar, mientras que los tratamientos farmacológicos, acarrean otra serie de problemas. «El principal obstáculo con el que se enfrentan los médicos es la diferente actuación de los métodos farmacológicos, parches, chicles de nicotina o sprays, en función del perfil particular de cada enfermo», afirma Fagerstöm.

El perfil del fumador

Según diferentes estudios internacionales el perfil tipo de fumador entre los jóvenes es el de una mujer que fuma entre 20 y 30 cigarrillos al día, que tiene una dependencia moderada por la nicotina y que está convencida de que el uso del tabaco le aportará el estilo de vida que desea. «Las mujeres jóvenes españolas se están iniciando al consumo de tabaco con mucha precocidadad y además están fumando con mucha más frecuencia que los hombres jóvenes. Este es un dato muy llamativo que tendremos que tener en cuenta para diseñar campañas especiales dirigidas fundamentalmente para ellas» apunta Jiménez Ruiz.

Pero por encima de los 45 años el perfil cambia, se trataría de un hombre que fuma entre 30 y 40 cigarrillos al día, que ha realizado numerosos intentos de abandono pero no lo ha conseguido dejar y que tiene una dependencia entre moderada y alta por la nicotina.

Según Carlos Jiménez Ruiz, en los últimos años el porcentaje de fumadores va disminuyendo progresivamente en nuestro país. En este momento, el 36 por ciento de la población española fuma, mientras que hace 15 años el porcentaje se situaba en el 45 por ciento. Para el presidente de Neumadrid «el 70 por ciento de los fumadores quieren dejar de serlo y tenemos que tener una actitud de ayuda hacia ellos. Lo que se hace es prevención del tabaquismo para evitar un gran número de muertes pero nunca se fomenta el rechazo al fumador».

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