17Oct. 06
Los datos de un estudio realizado recientemente por el Observatorio de Idea Sana de Eroski junto con la Fundación para el Desarrollo de la Dieta Mediterránea revelan que la obesidad y el sedentarismo alcanzan unos porcentajes preocupantes entres los niños de cinco a 16 años.
Los niños y adolescentes han aumentado su peso en los últimos años por un lado, «a causa del desarrollo tecnológico que ha contribuido al descenso de la práctica de deporte y al aumento de actividades sedentarias», afirma José Miguel Perea, nutricionista y profesor de la Universidad Complutense de Madrid. La otra responsable es una dieta baja en fibra y rica en energía, grasa saturada y azúcares simples.
De este modo se ha llegado a cifras como: el 26,3 por ciento de los individuos de entre dos y 24 años padecen sobrepeso u obesidad; el 28 por ciento de los niños entre cinco y 16 años pasa más de dos horas al día viendo la televisión, jugando a la consola o frente al ordenador; y el 36 por ciento dentro de este mismo grupo de edad no hacen deporte como actividad extraescolar.
Son datos de un estudio reciente realizado por el Observatorio de Idea Sana de Eroski junto con la Fundación para el Desarrollo de la Dieta Mediterránea sobre nutrición infantil que en esta tercera ocasión analiza los hábitos de ejercicio físico y ocio de los niños de entre cinco y 16 años.
La encuesta se ha realizado a un total de 400 familias con hijos pequeños o adolescentes de siete ciudades de España siguiendo cuatro zonas estratégicas: Bilbao y San Sebastián en el norte; Sevilla y Málaga en el sur; Madrid en el centro; y Barcelona y Valencia en la zona de levante.
El ejemplo de la familia
Una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio físico desde la infancia son la mejor medida preventiva para evitar la obesidad. Y las familias son las principales responsables de que estos hábitos de vida saludables se cumplan.
A juicio del José Miguel Perea «tanto colegios como padres deberían unirse para llevar un control más exhaustivo del peso de los niños».
Según revela este estudio, el alto porcentaje de niños (36 por ciento) que no hacen deporte como actividad extraescolar puede deberse a que sus padres tampoco hagan ningún tipo de actividad física, como han confesado el 65 por ciento de los padres encuestados.
Especial atención se ha de prestar a la etapa de la adolescencia ya que es en estos años cuando los factores externos que influyen en la obesidad y el sedentarismo cobran más importancia.
Para poder cambiar los hábitos de la población española infantil la Fundación Dieta Mediterránea propone una guía en la que se recomiendan las actividades más adecuadas para los niños como jugar al aire libre, utilizar las escaleras en vez del ascensor o ir caminando al colegio todos los días, realizar algún deporte específico de tres a cinco veces por semana y no hacer uso de la televisión, de los videojuegos ni del ordenador más de dos horas al día.
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