Un 14,8 por ciento de la población activa española sufre migraña, "la forma de cefalea más severa y más incapacitante", pero sólo uno de cada dos pacientes acude a su médico, lo que impide que conozcan el "diagnóstico exacto y cuál es el mejor tratamiento" para esta enfermedad, explicó el doctor Vicente Baos, médico de Atención Primaria del Centro de Salud de Collado Villalba de Madrid, en la presentación de los resultados del estudio I-MAX sobre el impacto de esta patología y la satisfacción de los pacientes con el tratamiento que reciben.
La migraña, que tiene una mayor incidencia entre las mujeres (en una proporción de tres a uno), «empieza en edades tempranas (incluso en la infancia) y se desarrolla durante toda la vida», afirma el doctor Baos. Suele tener una duración de entre cuatro y 72 horas y puede ser de dos tipos, con o sin aura. En el primer caso, que afecta al 15 por ciento de los pacientes, conlleva un «déficit neurológico temporal donde el paciente ve luces o pierde visión», sufre entumecimiento y posteriormente comienza a padecer dolor.
Se trata de una enfermedad frecuente que «muchas veces se desencadena por situaciones muy comunes», como el estrés o la menstruación. Pero, «no es sólo un problema de dolor, no te permite hacer una vida normal porque la severidad del dolor te impide continuar trabajando», en palabras del doctor Baos. Según este especialista, en España los enfermos tienden a la «aceptación resignada de una enfermedad que tiene muchas posibilidades de mejora» y por ello la mitad de los pacientes no acude al médico.
Por su parte, el doctor Rogelio Leira, médico adjunto del Servicio de Neurología del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y responsable de la Unidad de dolor de cabeza, señala que en nuestro país «la migraña está infradiagnosticada». De acuerdo con los resultados del Estudio I-MAX, los pacientes migrañosos tardan una media de siete años en ser diagnosticados. Durante ese tiempo, los enfermos suelen automedicarse con analgésicos o antiinflamatorios, «lo que convierte un proceso episódico donde el paciente sufre crisis aisladas en un proceso crónico» (la cefalea crónica diaria o migraña transformada), advierte el doctor Leira. Este tipo de pacientes representan entre el tres y el cinco por ciento de la población y sufren migraña como mínimo quince días al mes.
Para el doctor Leira, «la gente no es consciente de la gravedad del problema», debido a que se trata de una patología que se prolonga a lo largo de la vida del paciente. Como consecuencia de ello, en ocasiones el enfermo no explica al médico todos los síntomas que padece y recibe un tratamiento inadecuado, que en un gran número de pacientes se mantiene durante una media de diez años.
Tratamiento farmacológico
Los pacientes que participaron en el Estudio I-MAX recibieron un tratamiento basado en un medicamento específico para la migraña (denominado rizatriptan) para algunas de sus crisis, mientras que en otras se les administraron los fármacos que tomaban habitualmente. Rizatriptan consiguió aliviar lo síntomas de la migraña a las dos horas de la toma a entre un 78 y un 83 por ciento de los pacientes, mientras que con los otros medicamentos lo consiguió entre un 46 y un 48 por ciento de los enfermos. Además, lograron sentirse libres de dolor en esas dos horas entre un 41 y un 47 por ciento de pacientes con el medicamento específico para la migraña y entre un 12 y un 18 por ciento con el tratamiento convencional. Un 62 por ciento de los pacientes se sentía completamente o muy satisfecho con el tratamiento con rizatriptan, frente a un 17 por ciento con los fármacos habituales.
El doctor Leira explica que el rizatriptan no sólo combate el dolor, como hacen el resto de medicamentos, sino también otros «síntomas que pueden ser tanto o más incapacitantes», como la fotofobia, la fonofobia, las náuseas y los vómitos. Sin embargo, «sólo un ocho por ciento de los pacientes migrañosos se están beneficiando de ello en España».
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