04Mar. 09
Especialistas de toda España se ha reunido en Barcelona para conocer las posibilidades y las aplicaciones que ofrecen las modernas técnicas de neuroimagen en el manejo de pacientes con trastornos cognitivos. Y es que las nuevas técnicas de neuroimagen facilitarán el desarrollo de medicamentos que actúen en las fases prodrómicas de la enfermedad de Alzheimer, lo cual contribuirá a retrasar la evolución de la misma.
Los avances en las técnicas de imagen supondrán a corto plazo una revolución en el diagnóstico y manejo de los pacientes con enfermedades cognitivas degenerativas como la enfermedad de Alzheimer, al permitir identificar el proceso degenerativo antes de que aparezca la demencia. A través de la resonancia magnética nuclear (RMN), en la actualidad podemos detectar cambios precoces en la estructura y función del cerebro, incluso en fases preclínicas de la enfermedad. A su vez, los nuevos trazadores de PET permiten detectar el depósito de B-amiloide y de proteína tau, ambas vinculadas con la degeneración y muerte neuronal, afección de alta prevalencia debido al envejecimiento de la sociedad.
Para dar a conocer la capacidad diagnóstica de esta nueva técnica, más de 60 neurólogos involucrados en el manejo del paciente con demencia, se dieron cita en el curso Haciendo realidad el futuro de la neuroimagen , que se celebró recientemente en Barcelona. El encuentro, que contó con la colaboración de Pfizer y Eisai, tiene como objetivo actualizar los conocimientos en neuroimagen aplicados al diagnóstico y asistencia del paciente, así como a la investigación de procesos cognitivos.
El valor añadido que aporta realizar un diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer a través de las técnicas de neuroimagen resultará en la capacidad de retrasar el curso evolutivo de la enfermedad al agilizar el desarrollo de nuevos medicamentos que actúen eficazmente en fases precoces de la enfermedad. «Para desarrollar un nuevo medicamento tenemos que tener bien definido el grupo de enfermos en el que se va a estudiar su desarrollo», apuntó el doctor José Luis Molinuevo, director del curso y médico del Servicio de Neurología del Hospital Clínic i Universitari de Barcelona.
En el pasado, los criterios que se utilizaban para el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer requerían que el paciente tuviera un avanzado grado de afectación que evidenciara signos claros de demencia. «Hoy en día, sólo necesitamos la presencia de mínima sintomatología junto a un marcador positivo como pueden ser algunas técnicas de neuroimagen para detectar la existencia de esta enfermedad. Asimismo, el perfeccionamiento y avance de las nuevas técnicas radiológicas permiten identificar los cambios cerebrales morfológicos y funcionales que se asocian al proceso degenerativo incluso en fases precoces», explicó el Dr. Molinuevo.
Además de la capacidad de diagnóstico que presentan las nuevas técnicas de neuroimagen, estas herramientas se han convertido en un poderoso instrumento de investigación. «La RMN permite observar los procesos cognitivos in situ mientras el paciente realiza una tarea dentro de la máquina y por lo tanto entender cómo el cerebro se adapta a los cambios degenerativos propios del envejecimiento», indicó.
El envejecimiento de la sociedad explica que enfermedades asociadas a la edad como el Alzheimer se conviertan en una constante en la práctica médica diaria. «Así, en más del 50 por ciento de las personas de edad avanzada aparece un deterioro cognitivo que puede ir desde problemas de memoria hasta la demencia», afirmó el Dr. Molinuevo.
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