Nueva técnica para las fracturas vertebrales

20Feb. 04

Una nueva técnica quirúrgica denominada cifoplastia introduce cemento en la vértebra lesionada para reforzarla, lo que permite que desaparezca el dolor y la característica "joroba" o cifosis que producen las fracturas vertebrales.

La osteoporosis se caracteriza por una «disminución de masa ósea cuya consecuencia es la fractura» y afecta más a las mujeres que a los hombres, explica el doctor Manuel Quesada, de la Unidad de Metabolismo Mineral del Hospital Reina Sofía de Córdoba. Este especialista indica que «una mujer de 50 años tiene un 50 por ciento de posibilidades de tener una fractura osteoporótica y de ese 50 por ciento el 32 por ciento serán fracturas vertebrales», ya que este tipo de lesiones son en nuestro país cuatro veces más frecuentes que las fracturas de cadera. Además, «el riesgo de muerte se multiplica por 8,6 como consecuencia de sufrir una fractura vertebral» y por 6,7 si se padece una fractura de cadera.

Una fractura vertebral afecta enormemente a la calidad de vida del enfermo, puesto que «se deterioran actividades cotidianas como la movilidad y el aseo personal» y causa un «gran dolor en la columna». Pero también puede provocar la aparición de nuevas lesiones en otras vértebras por la debilidad de la columna y porque, al producir «una disminución en la velocidad de la marcha y una mayor fatiga muscular», se incrementa el riesgo de caídas, señala el doctor Quesada.

Otras consecuencias de una fractura vertebral son la deformidad de la columna, pérdida de apetito, trastornos del sueño, reducción de la capacidad pulmonar y aumento de las enfermedades pulmonares y cardíacas. Todo ello conlleva un incremento de la mortalidad a largo plazo del 23 por ciento.

Avances en el tratamiento

Hasta los años 80 el tratamiento de este tipo de fracturas incluía el reposo en cama, el uso de corsés y la administración de analgésicos y antiinflamatorios. Sin embargo, estos medicamentos en ocasiones no lograban aliviar el dolor, mientras que el reposo exigía que el paciente se sometiera posteriormente a rehabilitación para recuperar la masa muscular perdida en el período que se mantuvo en cama. La única opción quirúrgica era una operación para colocar implantes metálicos en la vértebra que solía ser larga y agresiva.

Con la aparición de la vertebroplastia se logró mejorar la efectividad al reforzar la columna mediante una inyección de cemento acrílico. Esta operación sólo requiere anestesia local o sedación (en determinados casos anestesia general de duración breve) y permite al paciente volver a su vida normal en muy poco tiempo, ya que elimina el dolor de espalda de entre el 70 y el 90 por ciento de los enfermos. No obstante, implica entre un 20 y un 40 por ciento de riesgo de fugas del cemento, que pueden causar entre otras complicaciones embolia pulmonar, y no elimina la deformidad de la columna.

En cambio, la cifoplastia comparte las ventajas de la vertebroplastia pero reduce el riesgo de fugas al 8,4 por ciento, ya que el cemento que se utiliza es mucho más espeso, por lo que «es mucho más difícil que se difunda a lugares no deseados», indica el doctor Nicomedes Fernández-Baíllo, especialista en Cirugía de la Columna de la Clínica Moncloa. Esta técnica permite operar varias fracturas en distintas vértebras en una única intervención y tiene una duración breve (entre 35 y 40 minutos por vértebra). En este caso el alivio del dolor es inmediato en un 90 por ciento de los pacientes y se logra recuperar la altura vertebral, por lo que el paciente deja de tener «chepa». El único cuidado postoperatorio que deben seguir los pacientes es que «desde el día siguiente o el mismo día hay que hacer una vida progresivamente normal». No existe límite de edad para realizar esta intervención, sino que todo depende de la situación del paciente.

Cobertura de la Seguridad Social

Aparte de fracturas vertebrales osteoporóticas, la cifoplastia se puede aplicar en mielomas (tumores en la médula ósea) y metástasis vertebrales de otros tumores. No obstante, la Seguridad Social sólo realiza esta operación a «pacientes con tumores o con mayor riesgo de verter el cemento, pero para una fractura convencional no», en palabras del doctor Fernández-Baíllo. En el resto de casos la sanidad pública somete a los pacientes a una vertebroplastia.