Nuevo medicamento para la disfunción eréctil

La disfunción eréctil es una patología que afecta a un 12 por ciento de la población masculina española comprendida entre los 25 y los 70 años, es decir, entre un millón y un millón y medio de españoles.

Esta afeccción, que hasta hace relativamente poco tiempo recibía el apelativo común de impotencia, ha estado y está todavía en España rodeada de un pudor erróneo que no hace más que ocultar la enfermedad e impedir que se detecte a tiempo y, por tanto, que se trate adecuadamente. A ello hay que añadir que tradicionalmente se ha pensado que edad e impotencia iban irremisiblemente unidos, lo que ha interferido durante décadas en la corrección de un trastorno que en muchos casos puede ser pasajero.

Por ello, la Asociación Española de Urología (AEU) ha puesto en marcha una campaña con la que pretende incidir en el concepto de que conocer la propia sexualidad es mejorar la calidad de vida, y divulgar entre la población las distintas causas de la disfunción eréctil y sus diferentes tratamientos, que en ocasiones pueden ser definitivos y administrarse de forma tan sencilla como dejar disolver una pastilla debajo de la lengua 20 minutos antes de realizar el coito.

Esta prometedora terapia, que estará disponible en España en el plazo de unos meses, contiene un principio activo denominado clorhidrato de apomorfina, que actualmente está pasando ya la tercera fase de los correspondientes estudios clínicos. Se trata de un medicamento que revolucionará el tratamiento de la disfunción eréctil porque no plantea dificultad alguna en su posología ni requiere someter el acto sexual a planificación alguna.

UPRIMA, que es como se denomina esta nueva molécula, no presenta efectos adversos, tiene efectos cardioprotectores y se puede compatibilizar con sildenafilo, que es el principio activo de la ya popular VIAGRA. Funciona directamente sobre el sistema nervioso central potenciando la señal natural de estimulación sexual que envía el cerebro, facilitando así la erección del pene.

Cambios hormonales

Pero además de la disfunción eréctil en el varón se producen, a partir de los 50 años, una serie de cambios hormonales en cierto modo similares a la menopausia femenina, sobre los que la AEU quiere llamar la atención. Aunque los síntomas no son tan nítidos como en la mujer, sí se ha comprobado estadísticamente que a partir de dicha edad disminuye el valor medio de hormonas en sangre de los varones. Lo que buscan ahora los especialistas es conocer con exactitud cuál es el nivel de testosterona por debajo del que pueden surgir problemas.

Para diagnosticar estos cambios, los especialistas cuentan en la actualidad con un cuestionario que facilita la detección de estas variaciones hormonales, analizando síntomas como pérdida de masa muscular, alopecia, dificultad de concentración, cambios en el estado de ánimo, osteoporosis, pérdida de vello genital, alteraciones sexuales, etc.

La forma en que los cambios hormonales en el varón afectan a su vida sexual es a través de una reducción de erecciones nocturnas, necesidad de mayor estímulo físico para lograr la erección, retardo en la eyaculación y disminución del volumen seminal y de la fuerza del eyaculado. En consecuencia, el apetito sexual se resiente.

Los especialistas quieren insistir en que sólo ellos están capacitados para valorar estos síntomas que tienen soluciones terapéuticas. Estas van desde tratamiento de apoyo psicológico a un aporte de testosterona que además tiene efectos beneficiosos sobre la función cardíaca, aumentando la sensación de bienestar y la calidad de vida del varón.

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