Nuevos tratamientos de quimioterapia para el cáncer de ovario

En España fallecen al año 1.600 mujeres a causa del cáncer de ovario, según los datos presentados durante la I Jornada de Actualización en el Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer de Ovario, que añade que una de cada 55 mujeres sufrirá un tumor de ovario en su vida, con una mayor incidencia a partir de los 50 años.

La primera opción de tratamiento en el cáncer de ovario es la cirugía seguida de quimioterapia con administración de compuestos de platino y paclitaxel. Este tumor es uno de los más sensibles a la quimioterapia, sin embargo, según afirma la doctora Belén Ojeda, jefe clínico del Servicio de Oncología del Hospital de Sant Pau, sólo el 20 por ciento de las mujeres con el cáncer ya avanzado se curan. «En los casos en los que se da una recaída es necesario un tratamiento quimioterápico de segunda línea, siendo las pacientes que recaen después de 12 meses las que tienen mayor tasa de respuesta a una nueva quimioterapia con platino, mientras que las que recaen antes de 12 meses necesitan nuevas drogas», afirma Ojeda.

Para aquellas pacientes que recaen antes de seis meses tras concluir el tratamiento de primera línea existen nuevos tratamientos con eficacia documentada, como por ejemplo la formulación en liposomas de doxorrubicina, que consigue que los efectos tóxicos secundarios al tratamiento sean bien tolerados por la mayoría de pacientes. «Esta característica conlleva a que este fármaco se esté estudiando en varios ensayos asociado a otros quimoterápicos con el objetivo de aumentar el número de respuestas, lo que podría suponer un aumento de la supervivencia y de la calidad de vida en pacientes con recaída de mal pronóstico», asegura el doctor Óscar Gallego, médico adjunto al Servicio de Oncología del Hospital Comarcal de la Selva de Blanes (Barcelona).

Los nuevos tratamientos de quimioterapia y la disminución de su toxicidad han aumentado la supervivencia de las pacientes afectadas y también su calidad de vida. Ambos eran algunos de los objetivos planteados en esta I Jornada de Actualización en el Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer de Ovario. En este sentido, se han dado a conocer los resultados de estudios comparativos que indican que la doxorrubicina liposomal pegilada tiene un mejor perfil de seguridad que el topotecán (una de las drogas más nuevas de la quimioterapia, muy similar a un compuesto natural) que habitualmente se emplea. «La pegilación hace que actúe de forma más directa sobre el tumor, consiguiendo disminuir la toxicidad cardiaca y la alopecia producida por otros tratamientos quimioterápicos», asegura la doctora Ojeda.