Obesidad, mujer y corazón

29Jul. 04

Los accidentes cerebro y cardiovasculares son la primera causa de muerte entre las mujeres, por delante del cáncer de mama y de colon. La diabetes tipo 2 duplica en las mujeres, en comparación con los hombres, la posibilidad de padecer este tipo de patologías y está íntimamente ligada a la obesidad y el sedentarismo.

Las enfermedades cerebrovasculares, seguidas de las isquémicas del corazón, son la primera causa de muerte entre las mujeres españolas, duplicando la mortalidad por cáncer. Si a esto sumamos que la obesidad es uno de los factores de riesgo cardiovascular más importante, se deduce que prevenir la obesidad es una de las cuestiones más importantes para evitar sufrir este tipo de dolencias.

«En España, al igual que en el resto de países desarrollados, el número de personas obesas está creciendo. En concreto, en nuestro país, más del 36 por ciento de las mujeres entre 35 y 64 años sufre de obesidad, lo que puede afectar directamente a su salud», explica la doctora Carmen Suárez, de la Unidad de Hipertensión del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid.

En opinión de esta doctora, junto a la obesidad, la hipertensión y la diabetes tipo 2 son otros de los factores que elevan el riesgo de padecer accidentes vasculares, jugando la hipertensión un papel primordial en el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Además, la diabetes tipo 2 duplica en las mujeres, en comparación con los hombres, la posibilidad de sufrir este tipo de patologías.

Hábitos saludables y prevención

Según la doctora Suárez, para la prevención de la enfermedad cardiovascular y de sus factores de riesgo «es de crucial importancia la adopción de estilos de vida saludables». Según el estudio Nurses Health Study, que realizó un seguimiento durante 14 años a un grupo de mujeres, en aquellas que habían observado cinco principios saludables se observó una disminución del riesgo de padecer eventos cardiovasculares de un 83 por ciento y de desarrollar diabetes tipo 2 de un 91 por ciento.

Estos hábitos son: una dieta adecuada, rica en cereales y grasa poliinsaturada y baja en saturada y carga glicémica; ejercicio regular, al menos 30 minutos diarios de intensidad moderada o vigorosa; mantenimiento de un peso ideal, un índice de masa corporal menor a 25; consumo moderado de alcohol, no más de una copa al día y, por supuesto, abstenerse de fumar.

Esta experta insiste en que la actividad física regular es básica para prevenir este tipo de patologías. «Aunque el beneficio es tanto para hombres como para mujeres, en éstas últimas, se ha visto una reducción del riesgo de hasta un 50 por ciento en las mujeres activas frente a las sedentarias», explica la doctora Suárez.