El asma se sitúa entre las diez enfermedades que con más frecuencia afectan al ser humano y es la patología crónica más común en la infancia. En nuestro país aproximadamente el cinco por ciento de adultos y el diez por ciento de los niños padecen asma. El impacto que supone en la calidad de vida del paciente, especialmente de los niños, es muy grande. Alcanzar un control eficaz de la enfermedad pasa por tratar la inflamación, que sólo conocen un 30 por ciento de los pacientes.
Alrededor de 70 neumólogos, alergólogos, pediatras, médicos de familia y pacientes asmáticos de toda España se han reunido recientemente en el Asma Metaforum Español con el objetivo de determinar por qué, a pesar de existir tratamientos eficaces, la enfermedad asmática continúa teniendo un tremendo impacto en la calidad de vida del paciente, especialmente cuando se trata de niños.
En la actualidad existen alrededor de 300 millones de personas de todas las edades que padecen asma en el mundo. Esta enfermedad inflamatoria de las vías respiratorias afecta entre el cuatro y el 15 por ciento de la población. En la última década se ha duplicado el número de casos y en España afecta ya a uno de cada diez niños de entre ocho y 12 años. El número de casos aumenta considerablemente a medida que las comunidades adoptan un estilo de vida occidental y se urbanizan. En este sentido, el doctor Pérez-Yarza, Jefe de Neumología Pediátrica del Hospital Donosita de San Sebastián, explica que «esta mayor incidencia se debe a determinados factores medioambientales, como pueden ser la combustión de motores, el tabaquismo, determinados virus, algunos fármacos, determinados modos de vida y el aumento del número de mascotas, entre otros».
Falta de control sobre la enfermedad
Para el doctor Julio Ancochea, jefe de Neumología del Hospital de la Princesa de Madrid y uno de los coordinadores del Asma Metaforum Español, «existen diversos motivos que pueden contribuir a que la enfermedad asmática no esté suficientemente controlada: diagnóstico incorrecto, tratamiento inadecuado, persistencia de factores desencadenantes, mal cumplimiento el tratamiento, falta de coordinación entre los niveles asistenciales, poca información sobre la enfermedad y falta de educación sobre la misma, en concreto sobre el tratamiento de la inflamación subyacente, que aparentemente sólo conocen un 30 por ciento de los pacientes». Además, quiso insistir en que «estamos lejos de conseguir un control adecuado de la enfermedad, porque para conseguir este objetivo, hay que tratar la inflamación».
En cuanto a la falta de diagnóstico de la enfermedad, actualmente las encuestas indican que sólo alrededor del 51 por ciento de los pacientes con asma sabe que tiene la enfermedad. A veces, es el mismo paciente quien no da importancia suficiente a los síntomas que presenta o también puede ser que sea el médico el que no esté suficientemente concienciado.
Los expertos que participaron en esta reunión, llegaron a la conclusión que existe la necesidad de establecer un Plan integral del Asma, que permita conseguir una interacción adecuada y una coordinación eficaz entre profesionales de atención primaria y atención especializada para mejorar el control de esta enfermedad en el ámbito facultativo.
El asma en los niños
En cuanto al asma infantil, hay que tener en cuenta diferentes aspectos: por un lado, recientes estudios revelan que el 60 por ciento de niños europeos con asma no toma la medicación regularmente; y por el otro, está el desconocimiento por parte de la familia respecto a la enfermedad y la medicación ya que un tercio de los padres no sabe diferenciar entre la medicación de rescate y la de control, ni sabe para qué sirve cada una.
Para diagnosticar a un niño con asma, además de las pruebas médicas, hay que tener muy en cuenta lo que explican los padres y el propio niño acerca de los síntomas. También será muy importante «considerar las necesidades y preferencias de los niños con asma y de su entorno para mejorar los índices de cumplimiento del tratamiento y la eficacia del mismo», explicó en doctor Antonio Nieto, jefe del Servicio de Alergopediatría del Hospital La Fe de Valencia.
Por tanto, personalizar las opciones terapéuticas y educar a la población y al personal facultativo, es la mejor opción para que los pacientes cumplan con los tratamientos y se pueda abordar el asma con mayor éxito.
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