El número de intervenciones de mamas se triplica en los meses previos al verano. Así,los cirujanos observan un crecimiento constante en la solicitud de las mamoplastias desde enero, registrándose el punto más alto en abril. Y es que primavera es la época ideal para llevar a cabo un aumento de pecho. Descubre por qué...
Abril es el mes en el que se percibe una mayor demanda de intervenciones para el aumento de mamas, afirma el Dr. Agustín Ramos, Director Médico de la Clínica Londres. Las vacaciones de Semana Santa, la temperatura y la antelación respecto al inicio del verano, son decisivos para muchas mujeres que se deciden a pasar por quirófano.
«Cada año experimentamos un gran aumento en el número de mamoplastias realizadas en estas fechas», asegura el Dr. Ramosres. «De hecho -continúa- las vacaciones de Semana Santa suponen, para muchas mujeres, el momento idóneo para una intervención de implantes mamarios. Normalmente, recomendamos unos dos o tres días de descanso (reposo relativo) tras la operación. Pasados estos días, la paciente puede volver progresivamente a la normalidad, sin necesidad de pedir bajas y con la tranquilidad de reincorporarse al trabajo sin mayores problemas».
El clima es otra de las claves por las que, en estos meses de primavera aumente el número de intervenciones. La temperatura, ni fría ni demasiado calurosa, resulta idónea para los días de postoperatorio. «Otro de los factores que anima a muchas mujeres a pasar por quirófano en esta fecha es la antelación con respecto a los meses de calor, ya que las pequeñas incisiones de la cirugía habrán cicatrizado llegado el primer baño de sol», apunta el experto.
Aquí no hay crisis
Contra todo pronóstico, la crisis económica no ha hecho disminuir el número de intervenciones para el aumento de pecho, que sigue siendo el procedimiento quirúrgico más solicitado en España, con un aumento anual del ocho por ciento. «En este dato ha influido de manera decisiva tanto el perfeccionamiento de las técnicas de implantación como el desarrollo de la anestesia y la altísima calidad de los materiales empleados, que han hecho que esta intervención sea cada vez más segura y menos invasiva y por tanto menos agresiva para la paciente», apunta.
Se realiza habitualmente en régimen ambulatorio, es decir, sin hospitalización y la técnica anestésica suele ser anestesia general sin intubación (mascarilla laríngea), que permite una cómoda cirugía sin ningún tipo de dolor durante el proceso. La recuperación de la anestesia es muy rápida, ya que la paciente puede abandonar la clínica de tres a cuatro horas después de la intervención. Pasados unos pocos días, la paciente podrá reincorporarse plenamente a su rutina diaria sin mayores complicaciones.
En cuanto a las tendencias en el aumento de mamas, es cierto que el tamaño ha cambiado; los implantes desproporcionadamente grandes que causaron furor tiempo atrás, han pasado a la historia. «Las pacientes que acuden a nuestro centro eligen implantes más pequeños y más proporcionados a su cuerpo. Nuestros cirujanos se encargan de recomendar personal e individualmente la vía de abordaje y el tipo de prótesis más recomendable según la anatomía de la paciente», explica el Dr. Ramos.
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