Osteoporosis: una alimentación sana te va a ayudar

Una alimentación inadecuada puede suponer un factor de riesgo de padecer osteoporosis, una patología que afecta a más de dos millones y medio de españolas mayores de 50 años. Este año el lema escogido para celebración del Día Mundial de la Osteoporosis hace referencia precisamente al papel que juega la nutrición tanto en el desarrollo óseo como en la prevención de esta enfermedad.

El calcio y la vitamina D son dos componentes fundamentales de una correcta alimentación para prevenir la osteoporosis. Sin embargo, la vitamina D es de difícil obtención a través de los alimentos y a menudo hay que recurrir a los suplementos. Por ello, la International Osteoporosis Foundation (IOF) celebra el Día Mundial de la Osteoporosis bajo el lema Bone Appétit: el papel de la nutrición a la hora de construir y mantener unos huesos fuertes.

La osteoporosis es una enfermedad crónica y progresiva que se caracteriza por una disminución de la masa ósea y un deterioro de la microarquitectura de los huesos, lo que supone un aumento de la fragilidad de los huesos y del riesgo de sufrir fracturas. De acuerdo con los expertos, para prevenir esta patología es necesaria una alimentación equilibrada rica en calcio y vitamina D.

Un nivel bajo de vitamina D puede dar lugar a una insuficiente absorción del calcio lo que provoca un descenso de la densidad mineral ósea (DMO) y favorece la aparición de fracturas en los huesos, la principal consecuencia de la osteoporosis.

A pesar del papel primordial que desempeña la vitamina D en cuanto a la prevención y tratamiento de esta patología, más de la mitad de las mujeres con osteoporosis tiene niveles inadecuados de vitamina D en todo el mundo, independientemente de la edad o de la situación geográfica.

Vitamina D en la alimentación: necesaria pero no suficiente

«La ingestión diaria de una cantidad adecuada de calcio y vitamina D es un hábito alimenticio fundamental a la hora de adquirir y desarrollar un «pico máximo» de masa ósea que garantice la formación de unos huesos sanos», afirma el Dr. Esteban Jódar, vocal de la Sociedad Española de Investigaciones Oseas y Metabolismo Mineral (SEIOMM).

La importancia de la vitamina D para la salud de los huesos deriva de su papel modulador de la absorción del calcio de la dieta. «Unos niveles inadecuados de vitamina D provocarán que el calcio no sea absorbido convenientemente y que se produzca el debilitamiento del hueso», explica el Dr. Jódar. «La pérdida paulatina de masa ósea que se da en las mujeres posmenopáusicas hace que los efectos del calcio y de la vitamina D sean especialmente importantes en esta población a la hora de prevenir la aparición de osteoporosis», añade el doctor. El déficit de vitamina D, se asocia a una reducción de la función muscular y el equilibrio, lo que aumenta el riesgo de caída y de fractura osteoporótica.

Garantizar una adecuada ingesta de calcio y vitamina D entre las mujeres posmenopáusicas que padecen osteoporosis es clave en el tratamiento de la enfermedad pero se ha comprobado que mediante el aporte dietético no se consigue la cantidad necesaria para prevenir las fracturas osteoporóticas. La ingesta media entre las mujeres postmenopáusicas en nuestro país oscila entre 60 y 120 UI (Unidades Internacionales), mientras que de acuerdo a las recomendaciones de la Comunidad Europea, una persona con osteoporosis debe recibir al menos 400 UI al día de vitamina D.

Por este motivo, los datos de la encuesta europea reflejan que los médicos españoles recomendaron tomar suplementos de vitamina D a la tercera parte de las pacientes (38 por ciento), siendo Francia el país donde más lo hicieron seguido por España.

Aunque la utilización de suplementos vitamínicos es una práctica clínica correcta para el tratamiento de esta enfermedad, no garantiza el nivel adecuado de vitamina D puesto que las pacientes presentan una adherencia irregular a los mismos. «Más de la cuarta parte de las pacientes encuestadas (24 por ciento) tiene dificultades para acordarse de tomar los suplementos que les recomienda su médico y el 84 por ciento coincide al manifestar el deseo de tomar un único comprimido semanal que combinase el tratamiento habitual contra la enfermedad osteoporótica con esta vitamina», señalan los resultados de la encuesta.

Una encuesta refleja que las mujeres están cada vez más sensibilizadas

Aunque un 99 por ciento de las mujeres españolas desconocía hace apenas dos años la importancia de la vitamina D para la salud de sus huesos, gracias a las campañas de concienciación llevadas a cabo entre otras sociedades por la FHOEMO, la situación actual ha mejorado notablemente. Así lo pone de manifiesto una encuesta llevada a cabo con mujeres de 50 años y mayores diagnosticadas de osteoporosis en cinco países europeos (Francia, Alemania, Italia, Holanda y España).

Según los datos de la encuesta, el 94 por ciento de las mujeres españolas ha hablado con sus médicos del papel de la vitamina D en el tratamiento de la osteoporosis. «La televisión, las revistas y los folletos informativos para pacientes que se suelen repartir en las campañas divulgativas son, además de sus médicos, las principales fuentes de información con las que cuentan las mujeres europeas sobre la vitamina D y los tratamientos disponibles para la osteoporosis», afirma el Dr. Manuel Díaz Curiel, Presidente de la FHOEMO.

«España es, junto con Holanda, el país con mayor conocimiento sobre el papel que desempeña la vitamina D pero, a pesar de ello, aún queda un gran camino por recorrer puesto que únicamente alrededor de la mitad de las mujeres comprende perfectamente el papel de la vitamina D», concluye el doctor Díaz Curiel.

Por su parte, Dña. Carmen Sánchez, presidenta de la Asociación Española contra la Osteoporosis, destaca este papel del paciente como protagonista de su salud y señala que, además de tener en el farmacéutico a un aliado, «las mujeres no tenemos que dudar a la hora de decirle al médico que revise el estado de nuestros huesos al igual que nos mide la tensión o que nos pide que nos hagamos una mamografía» En este sentido, los datos de la encuesta europea revelan que el 34 por ciento de las mujeres tomaron la iniciativa de preguntarle a su médico por el estado de sus huesos.

Otro de los datos que refleja el avance conseguido en el nivel de concienciación sobre la osteoporosis por parte de las mujeres mayores de 50 años es el hecho reflejado en la encuesta de que en 2004 sólo el 25 por ciento de las personas se había realizado una densitometría, mientras que en 2006 lo había hecho el 78 por ciento de las pacientes europeas.

La factura de la osteoporosis

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha catalogado a la osteoporosis como una de las epidemias de este siglo.

Las fracturas osteoporóticas son la principal consecuencia de esta patología y es la causa de las estancias hospitalarias más prolongadas en mujeres mayores de 45 años, por encima del cáncer de mama, la diabetes o el infarto de miocardio.

De hecho, se calcula que una de cada tres mujeres de más de 50 años sufrirá al menos una fractura osteoporótica a lo largo de su vida.

Dos de cada diez consultas que se producen en atención primaria se deben a problemas musculoesqueléticos. La osteoporosis puede considerarse como una de las enfermedades que mayor coste genera, tanto desde el punto de vista económico como desde el punto de vista social.

Entre las fracturas osteoporóticas destacan, por su gravedad y prevalencia, las fracturas de cadera. «Sólo una de cada cinco personas que sufre una fractura de cadera puede seguir llevando la misma vida que llevaba antes de fracturársela -subraya el Dr. Jódar- y se prevé que de las 400.000 fracturas de cadera que se produjeron en todo el mundo durante el año 2000 se alcance la cifra de 700.000 en el año 2050».