El 75 por ciento de los familiares de los pacientes con diabetes en España digan no haber recibido ningún tipo de formación sobre la enfermedad.
Los pacientes con diabetes y sus familiares han reclamado apoyo psicológico y formación sobre esta enfermedad para afrontar su convivencia diaria con ella, según se ha puesto de manifiesto en una mesa redonda celebrada durante el I Congreso Nacional de Pacientes Crónicos de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
De hecho, en la jornada se ha recordado que esta enfermedad afecta a más de 5 millones de personas en España, tal y como ha mostrado el segundo estudio Actitudes, deseos y necesidades de las personas con diabetes (DAWN2 en sus siglas en inglés), una encuesta realizada en 17 países cuyas conclusiones para España ha presentado la gerente de la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE), Mercedes Maderuelo.
«Las lagunas en los ámbitos psicológico y formativo en diabetes están siendo asumidas por las asociaciones de pacientes, que, en muchos casos, se están profesionalizando para atender a la gran demanda de información por parte de estos y sus familiares», ha señalado Maderuelo.
En este sentido, DAWN2 refleja, según ha apostillado, «contradicciones» como el hecho de que el 75 por ciento de los familiares de los pacientes con diabetes en España digan no haber recibido ningún tipo de formación sobre la enfermedad, pese a que el 70 por ciento de los profesionales sanitarios –también encuestados en el estudio– consideran que su implicación es fundamental para el correcto tratamiento de la diabetes.
Asimismo, desde el punto de vista psicológico, el 63 por ciento de los familiares sondeados aseguran vivir con ansiedad ante la posibilidad de que el paciente con el que conviven desarrolle complicaciones severas derivadas de su condición.
De hecho, las estimaciones de la FEDE revelan también que, a día de hoy, en torno a 2 millones de personas no saben que tienen diabetes en nuestro país, lo que, a juicio de Maderuelo, genera un infradiagnóstico que debería subsanarse con la información y la formación reclamadas y que pone a estas personas «en riesgo de complicaciones» a medida que avanza el tiempo y siguen con altos niveles de glucosa en sangre pero sin diagnóstico ni tratamiento.
La hipoglucemia: la complicación más habitual
Por otra parte, los expertos han recordado que la complicación más habitual en la convivencia con la diabetes es la hipoglucemia, que se produce cuando los pacientes que se inyectan insulina o se tratan con otros fármacos hipoglucemiantes no compensan su efecto reductor del nivel de glucosa con la ingesta de suficientes hidratos de carbono o hacen demasiado ejercicio.
Los episodios hipoglucémicos provocan alteraciones en el organismo; algunas agudas, como malestar general, visión borrosa, temblores, taquicardias, menor capacidad de raciocinio o sensación de hambre; y otras menos llamativas, con lo que pueden pasar desapercibidos, como falta de concentración, cefalea, sudoración o mareo.
«Entre el 10 por ciento y el 20 por ciento de las personas con diabetes suelen sufrir, al menos una vez al año, una hipoglucemia grave, que es aquella en la que necesitan la asistencia de otras personas y que, si no se ataja con rapidez, puede derivar en un coma. Por ello es por lo que resulta esencial la formación de sus familiares y allegados, que deben saber reconocer los síntomas de las hipoglucemias y cómo atajarlos. En los casos leves, hay que ingerir de inmediato azúcar e hidratos de carbono de absorción más lenta, y en los más graves, recibir suero con glucosa o una inyección de glucagón», ha comentado el jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia, Francisco Merino.
© 2024 Medicina Television S.A Spain