Papel del farmacéutico de hospital en el tratamiento del VIH

La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, en su afán de dotarse de un perfil cada vez más científico, ha creado un Grupo de Trabajo sobre VIH para colaborar a la mejor adherencia al tratamiento del paciente con este síndrome.

En realidad el grupo supone la formalización de una realidad que ya existía, porque efectivamente los farmacéuticos hospitalarios llevamos tiempo ocupándonos de informar al paciente de VIH/Sida e interesándonos por aumentar su adherencia», manifiesta el presidente de esta sociedad, el doctor Eduardo Echarri, jefe del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital de Conxo de Santiago de Compostela.

El grupo lo componen un colectivo de farmacéuticos de hospital de distintos puntos de España que, coordinados por el doctor Codina, del Servicio de Farmacia del Hospital Clínic de Barcelona, desarrollan su trabajo en torno a tres ejes. El primero de estos ejes, tal y como explica el doctor Echarri, es fraccionar las dispensaciones al paciente, «es decir, le damos comprimidos sólo para 15 o 30 días para conseguir que acuda a la farmacia del hospital con más frecuencia que a la consulta del médico. Como consecuencia de esto, el segundo eje consiste en informar al paciente acerca de los medicamentos que se le entregan, sobre la importancia de tomárselos todos y la conveniencia de hacerlo según las restricciones indicadas». En tercer lugar, se destaca la relación personal que el farmacéutico desarrolla con cada enfermo, lo que le permite saber si cumplen bien el tratamiento, aconsejarle sobre algún imprevisto o detectar cualquier interacción medicamentosa. Y con todo ello, el farmacéutico de hospital persigue detectar también qué le preocupa al paciente y qué le impide cumplir la terapia.

En la actualidad existen 15 medicamentos antirretrovirales, cada uno con distintas dosificaciones o presentaciones. La estrategia terapéutica más habitual consiste en el tratamiento triple con distintas combinaciones de estos medicamentos que en algunos casos implican que el paciente ingiera hasta 20 comprimidos diarios, lo que consiste en la mayor dificultad para la adherencia al tratamiento.

Esta atención del farmacéutico de hospital se desarrolla en colaboración y coordinación con las Unidades de Sida de cada centro, compuestas por médicos y personal de enfermería.