Pasado, presente y futuro de la lipodistrofia en personas con VIH

En el marco de la I Jornada de Información y Atención Integral sobre el Síndrome de Lipodistrofia asociado al VIH/ Sida, celebrada en Sevilla, un grupo de expertos y personas con VIH abordaron de forma integral este síndrome para ofrecer información y soluciones que disminuyan su impacto.

El síndrome de lipodistrofia asociado al VIH/Sida (pérdida de grasa y/o acumulación de la misma en zonas concretas del cuerpo), o el riesgo de padecerlo, es una de las principales preocupaciones de los pacientes con VIH debido al malestar y estigmatización que implican este tipo de cambios físicos.

Según una encuesta realizada en España a pacientes y médicos durante 2009, y que ha sido publicada recientemente, más de la mitad (55 por ciento) de las personas con VIH perciben cambios físicos corporales. Concretamente, un 47 por ciento de los pacientes refiere presentar lipoatrofia (pérdida progresiva de grasa subcutánea en piernas, brazos, regiones glúteas y cara) y un 29 por ciento, lipohipertrofia (acumulación de grasa subcutánea o alrededor de las vísceras).

Ofrecer información clara y accesible sobre la lipodistrofia y las soluciones para disminuir su riesgo e impacto, así como la recomendación de consultar al médico y analizar las distintas opciones de tratamiento, fueron los principales objetivos de la I Jornada de Información y Atención Integral sobre el Síndrome de Lipodistrofia asociado al VIH/Sida , organizada en Sevilla por la Asociación Adhara.

La lipodistrofia es un efecto derivado de la infección por el VIH, se incrementa con la terapia antirretroviral y afecta en mayor medida a quienes empezaron el tratamiento a finales de la década de los 90. Los fármacos antirretrovirales eran bastante tóxicos, destruían la grasa corporal y causaban en gran medida los problemas de lipodistrofia que vemos en la actualidad. Según el Dr. Pompeyo Viciana, Jefe de la Sección de Consultas Externas del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Virgen del Rocío, «más del 20 por ciento de los pacientes que comenzaron el tratamiento a finales de los 90 desarrollaron lipodistrofia en el primer año de terapia». «En lo que respecta a diferencia entre sexo y edad, se ha constatado que las mujeres tienen más predisposición a desarrollar este síndrome. Este caso también se da en pacientes con edades elevadas y en pacientes inmunodeprimidos», apuntó el Dr. Fernando Lozano, de la Unidad Clínica de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Virgen de Valme.

Hoy en día la situación ha cambiado notablemente. Hay una tendencia cada vez mayor hacia el diagnóstico precoz, a iniciar el tratamiento de forma temprana y existen fármacos más variados y con menos incidencia en la lipodistrofia.

Los médicos recomiendan completar el tratamiento farmacológico con medidas dietético-nutricionales, ejercicio físico y demás hábitos saludables; además, aconsejan recurrir a apoyo psicológico de especialistas que ayuden a los propios pacientes a vencer sus miedos, a aceptar su situación y a luchar por la mejora de su calidad de vida.

Aún así, la estrategia más efectiva para luchar contra este síndrome es la prevención, por ello todos los especialistas abogan porque las personas con VIH acudan a las consultas médicas y se informen.

«En el caso de las personas con lipodistrofia moderada o grave, en Andalucía se vienen desarrollando desde el año 2003 y a través del Sistema Andaluz de Salud intervenciones de cirugía facial reparadora; implantes sintéticos faciales no reabsorbibles y el relleno con grasa lipoaspirada del propio paciente son las técnicas más empleadas», señaló el Dr. Tomás Gómez-Cia, de la Unidad de Cirugía Plástica del Hospital Virgen del Rocío.

La I Jornada de Información y Atención Integral sobre el Síndrome de Lipodistrofia asociado al VIH/Sida ha contado con la participación de numerosas personas con VIH y especialistas en la enfermedad, entre los que destacan el Dr. Pompeyo Viciana, Jefe Sección Consultas Externas del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Virgen del Rocío; el Dr. Fernando Lozano, de la Unidad Clínica de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Virgen de Valme y Presidente del Grupo de Estudio de Sida (GESIDA); y el Dr. Tomás Gómez-Cia, de la Unidad de Cirugía Plástica del Hospital Virgen del Rocío, entre otros expertos.

A lo largo de la reunión se han tratado diferentes aspectos de la lipodistrofia como su origen multifactorial, sus distintas manifestaciones, el manejo clínico de las personas afectadas y la realidad actual en Andalucía sobre las opciones de reparación quirúrgica de la lipoatrofia y/o de la lipohipertrofia, entre otros.