¡Peligro! Ácaros en tu casa

05Mar. 09

Los síntomas de la alergia a los ácaros del polvo pueden incluir congestión o goteo de la nariz con estornudos, picazón y lagrimeo de los ojos, tos, silbido al respirar y enrojecimiento de la piel.

Los excrementos de los ácaros y los ácaros muertos son los factores desencadenantes más comunes de la alergia perenne y de los síntomas del asma. Los ácaros del polvo, que son los que se hallan en los entornos domésticos, se encuentran por toda la casa. En las habitaciones los ácaros se alimentan de escamas de piel humana o animal.

Se calcula que la sensibilización a los ácaros está entre el 10 y el 20 por ciento de la población general; son los responsables de la mayoría de los casos de alergias nasales y asma alérgica perenne. También tienen un papel importante en la dermatitis atópica.

¿Qué son los ácaros?

Los ácaros son pequeños artrópodos microscópicos con un tamaño comprendido entre 0,25 y 0,35 micras. Tienen un ciclo de crecimiento (de huevo a adulto) de 25 días a 25º C. Para su crecimiento resulta óptimo a una temperatura de 20-30ºC y una humedad relativa de entre el 70-80 por ciento, siendo la humedad el factor más importante que determina el grado de infestación acarina.

Dentro de las casas, se ubican en las sábanas, edredones, almohadas, alfombras, cortinajes, muebles blandos, peluches y colchones. Los sofás y los colchones, debido a la profundidad de su relleno, retienen mucha humedad y son un excelente microhábitat para la fauna acarina. En estos, los ácaros encuentran los tres factores que necesitan: humedad y calor (procedente de la transpiración del paciente cuando duerme), y comida (escamas de piel humana).

La introducción en los últimos 50 años de cambios en la forma de construcción de las casas y en los hábitos de limpieza ha potenciado la proliferación de los ácaros del polvo doméstico: la utilización de moquetas, la introducción del uso de aspiradores (los ácaros son aerosolizados cuando se pasa la aspiradora), la calefacción central, los sistemas centralizados de ventilación y humidificación para ahorrar energía, el mayor tiempo de permanencia dentro de la casas, entre otros.

Medidas preventivas

Las medidas preventivas para evitar los ácaros domésticos son los primeros pasos para evitar las alergias. Según la empresa Latexco, fabricante de colchones de látex, debemos:

1. Cubrir los colchones y almohadas con fundas oclusivas. Secar la humedad de la funda del colchón cada 2 semanas (salvo que el colchón sea antibacteriano, fungicida y termoregulable).

2. Lavar la ropa de cama en agua caliente (>60º C) semanalmente.

3. Colocar la ropa y objetos pequeños que acumulan polvo en armarios cerrados o cajones. Lavar frecuente los muñecos de peluche.

4. Limpiar el ambiente y elementos de cama, una vez por semana, sin levantar polvo, con un trapo húmedo o bien con bayetas especiales.

5. Si es posible, retirar las alfombras de las habitaciones. Para limpiarlas puede utilizar periódicamente un acaricida o ácido tánico cada 3 meses en el caso de continuar con alfombras.

6. Airear, abrir ventanas y utilizar cortinas de algodón lavables. Es importante exponer los colchones, ropa de cama y demás lencería del hogar al sol.

7. Controlar la humedad en la casa aumentando la ventilación o utilizando aire acondicionado central. Utilizar deshumidificadores en los sótanos. (Mantenga una atmósfera seca, entre 50 y 60 por ciento de humedad relativa y una temperatura de entre 18 y 20ºC).

8. Renovar el colchón cada 10 años. Alfombras y almohadas.

9. Usar un colchón antibacteriano y termorregulador, y utilizar fundas antiácaros para los colchones y almohadas.

10. Evitar animales domésticos en el interior de la casa.

11. Controlar el número de ácaros existentes mediante diferentes métodos, como el Acarex test®. Conocer el grado de exposición a ácaros es necesario para adoptar medidas de desalergenización apropiadas.

12. Evitar las regiones con climas húmedos (cuanto más humedad, más ácaros).

¿Cómo luchar contra este tipo de alergia?

Diferentes estudios de control ambiental han demostrado la ineficacia de las medidas habituales de limpieza para reducir las concentraciones de ácaros que pueden reducir a su vez los síntomas de asma. Por el contrario, en aquellos estudios en los que se han utilizado medidas específicas de limpieza y de evitación de alergenos de ácaros (por ej. cubiertas anti-ácaros en los colchones y en las almohadas) se ha demostrado que éstas son efectivas para minimizar la exposición a sus alergenos y para reducir los síntomas de asma, las necesidades de medicación y la morbilidad de esta enfermedad.

Los pacientes que presentan un asma alérgico en los que la sensibilización a los ácaros del polvo doméstico ha sido demostrada mediante pruebas cutáneas y/o test in vitro, son los candidatos para realizar estas medidas preventivas de control ambiental.

El dormitorio es la habitación más importante para realizar estas medidas de control ambiental, aunque otras áreas de la casa como el salón que puede contener muebles tapizados o alfombras, pueden ser también importantes. La aspiración de la casa debe ser realizada por otra persona que no sea el paciente (si esto no es posible el paciente debe utilizar durante ésta una mascarilla).

Colchones de látex

La matriz del látex contiene innumerables burbujas minúsculas de aire. Está compuesta por moléculas de caucho que producen un efecto similar al de millones de muelles microscópicos, dota al material de una gran elasticidad que permite que los movimientos nocturnos sean de forma natural.

El látex asegura una perfecta regulación de la temperatura y la humedad, perfectamente adaptada a cada persona. Además, posee propiedades anti- bacterianas y fungicidas. Las bacterias y el moho que penetran en el interior de la espuma de látex mueren inmediatamente.

Encuesta europea sobre el sueño

Una encuesta realizada recientemente a escala europea ha puesto de manifiesto que más del 40 por ciento de los europeos duerme mal a menudo y que de ellos, entre un 10 y un 15 por ciento debe seguir tratamiento médico para solucionar su problema crónico del sueño. Los motivos de estas perturbaciones del sueño son principalmente el estrés y los problemas psíquicos y físicos. Sin embargo, en algunos casos pueden deberse al uso de artículos de descanso de mala calidad: un colchón demasiado duro, viejo o cuya protección contra la humedad resulta insuficiente.