Sólo un pequeño porcentaje de muertes en invierno supuestamente debidas a la gripe se deberían a este virus, según un estudio inglés que afirma que el frío juega un papel más importante. El estudio también confirma que las campañas de vacunación han conseguido disminuir la mortalidad por gripe.
El incremento de la mortalidad en invierno entre las personas mayores y con problemas respiratorios podría ser debido al frío y no al virus de la gripe, como se creía, según sostiene un estudio publicado en el British Medical Journal y dirigido por el profesor W.R Keatinge.
Un equipo del Queen Mary and Westfiel College de Londres ha llegado a esta conclusión tras analizar los fallecimientos por supuesta gripe y otras causas entre los años 1970 y 1999 en una zona del sudeste de Gran Bretaña. Según sus resultados y sus estimaciones, sólo el 2,4 por ciento del incremento de muertes detectado cada año durante el invierno están relacionados con la gripe, unos 126 fallecimientos por cada cien mil personas.
El equipo registró las muertes ocurridas diariamente en la zona y las relacionó con las temperaturas mínima y máxima registradas por el cercano aeropuerto de Heathrow, hasta obtener una escala de relación entre temperatura y mortalidad. El mayor número de fallecimientos ocurrió con temperaturas por debajo de tres grados centígrados.
Según su estudio, las tasas de mortalidad por el virus de la gripe han disminuído gracias a los programas de vacunación y al menor número de nuevas cepas virales. Pero creen que también serían efectivas campañas de prevención para que los sujetos de riesgo eviten, en la medida de lo posible, el frío invernal con el objetivo de disminuir las elevadas tasas de mortalidad.
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