Pérdidas de orina, un mal silencioso

02Jun. 08

En España hay más de dos millones de personas que padecen incontinencia urinaria. Sin embargo, uno de los retos más grandes que tienen los especialistas respecto a esta disfunción es eliminar los tabúes, ya que éste acostumbra a ser un mal silencioso. Con este objetivo, se ha inaugurado recientemente la Unidad de Fisioterapia para Recuperación Funcional, en el centro gerontológico Amma Argaray de Pamplona.

Esta unidad especializada es una iniciativa pionera en el sector residencial español que tiene como propósito dar una respuesta profesional a quienes padecen incontinencia urinaria y otras disfunciones del suelo pélvico, además de proporcionar una ayuda a todas aquellas personas que la buscan y que en muchos casos no se atreven a pedirla.

Posible solución: tres tipos de tratamiento

La incontinencia urinaria es un importante problema de salud pública, que conlleva graves inconvenientes sociales y emocionales, además de un elevado coste sanitario (sólo en 2001 la Seguridad Social pagó 210 millones de euros en absorbentes). No obstante, los nuevos tratamientos logran que las pérdidas de orina tengan solución en la gran mayoría de los casos, en concreto, existen tres tipos: el conservador, el farmacológico y el quirúrgico. La terapia conservadora, por sencillez y eficacia, es la primera elección y permite mejorar el tono y la fuerza de los músculos del suelo pélvico, ya que recordamos la causa de este trastorno es la debilitación de esta musculatura.

Nos puede afectar a todos

Generalmente las mujeres son las principales pacientes, pero este trastorno puede padecerlo cualquiera, con independencia de sexo y edad.

En el caso femenino, el debilitamiento de la musculatura del suelo pélvico, responsable de la denominada incontinencia de esfuerzo, puede darse a partir de un embarazo, parto, post-parto, menopausia y envejecimiento. Además, determinadas prácticas deportivas que conllevan esfuerzo, hábitos cotidianos como el uso de fajas o prendas muy ajustadas, el tabaquismo o factores como la herencia, la obesidad o el estreñimiento pueden ser también causas directas de esta disfunción.

En el caso de los hombres, la aparición de los primeros síntomas de incontinencia urinaria suele ser frecuente tras la intervención de la próstata. Y en ambos sexos puede producirse también por alteración de la vejiga, que se produce cuando el músculo de la vejiga se contrae de forma incontrolable, dando lugar a la llamada incontinencia de urgencia.

Por último, los niños también pueden sufrir este trastorno. En estos casos, es muy frecuente la llamada enuresis, las pérdidas nocturnas, a menudo asociadas a malos hábitos miccionales y a problemas de estreñimiento.