La menarquia, el número de hijos y factores como la obesidad juegan un papel determinante en el inicio de la menopausia, que en nuestro país se sitúa en torno a los 48 años. A pesar de que existen múltiples tratamientos para paliar los síntomas, el 39 por ciento de las mujeres menopáusicas afirma no haber recibido ninguna información sobre terapias y tratamientos para los síntomas.
A pesar de que la menopausia se define como la desaparición permanente de la menstruación que experimenta la mujer alrededor de los 48 años, una de cada cuatro españolas continúa padeciendo sofocos más allá de los 60. Si bien durante los tres primeros años de menopausia un 80 por ciento de mujeres padece estos sofocos, el análisis a 10 años muestra una reducción de los mismos en 38 puntos (42 por ciento de las mujeres menopáusicas), es decir, hay una disminución de estos síntomas a medida que se prolonga esta etapa de la mujer.
Con el objetivo de analizar la sintomatología general de este proceso y qué preferencias de tratamientos tienen las españolas, 3.022 mujeres menopáusicas de todo el territorio nacional con una media de 56,7 años han participado en MUMENESP (Mujer Menopáusica de España), el primer estudio de estas características realizado en nuestro país con el apoyo de Faes Farma y cuyos resultados han sido presentados en Madrid por la Directora Nacional del Estudio MUMENESP y Presidenta de la Secció de Menopausa de la Societat Catalana d»Obstetricia i Ginecologia, Dra Mª Jesús Cornellana, cuya Sección diseñó y promovió el citado Estudio y el Dr Santiago Palacios, Presidente del Comité de Expertos de MUMENESP y Director del Instituto Palacios, Salud y Medicina de la Mujer.
El estudio, en el que han participado 162 investigadores (ginecólogos) en 15 comunidades autónomas, se ha centrado en cuatro aspectos clave de la salud de la mujer: epidemiología, sintomatología, osteoporosis y sexualidad. Esta primera exposición de resultados epidemiológicos y sociológicos servirá de base a conclusiones científicas posteriores que serán publicadas en revistas científicas a nivel internacional, y presentadas durante el próximo congreso de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), que se celebrará en Málaga del 1 al 4 de Junio de 2010.
Los datos extraídos del estudio sitúan a la mujer en su entorno real, lo que permitirá intervenir de forma específica en aquellos aspectos de prevención y mejora de la calidad de vida en la menopausia, así como conocer el entorno y las cargas familiares que condicionan la vida de la mujer.
Otros síntomas y factores
Respecto a las alteraciones del sueño, un 67 por ciento de las encuestadas asegura padecerlas de forma leve, moderada o severa, mientras que tan sólo un 33 por ciento reconoce no tenerlas. A la hora de hablar de irritabilidad y nerviosismo, los porcentajes son similares: un 63 por ciento asegura sufrir alteraciones en este sentido.
El estudio confirma además que la existencia de alteraciones del sueño está relacionada con la edad, disminuyendo dichas alteraciones a medida que avanza la edad. Sin embargo, el grupo inferior a 40 años tiene un comportamiento particular, ya que o bien no tienen alteraciones del sueño, o éstas son severas. La irritabilidad y/o nerviosismo, por el contrario, están asociadas a edades más jóvenes.
Edad media y tratamientos
La edad media de inicio de la menopausia en la mujer española alcanza los 48,7 años. En un 47 por ciento de los casos, esta edad se sitúa entre los 46 y los 50 años mientras que en un 32 por ciento asciende hasta el periodo que oscila entre los 51 y los 55 años. Un seis por ciento de las mujeres experimentan una menopausia precoz (<40 años) y un dos por ciento, menopausia tardía (>55 años). Este inicio puede verse afectado por factores como la obesidad. En el caso de mujeres obesas y mujeres con sobrepeso, la proporción de casos en que la edad de aparición de la menopausia se da por encima de los 55 años es mayor, mientras que aparece antes de los 55 en mujeres con peso normal.
La incidencia de menopausia natural es del 85 por ciento, quirúrgica del 14 por ciento e iatrogénica del uno por ciento.
En cuanto a tratamientos, las mujeres que viven en ciudad tienen preferencia por Terapia Hormonal y Fitoterapia, igual que las que tienen un nivel educativo más alto (grado medio y universitario), mientras que las de zonas no urbanas y las que tienen un nivel educativo más bajo prefieren no seguir ningún tratamiento o hacer lo que indique su médico. A la hora de hablar de osteoporosis, de las 3.022 mujeres encuestadas un 36,5 por ciento de las mismas manifestaron haber seguido un tratamiento para esta patología, manifestando mayoritariamente la preferencia por la pauta mensual (1 comprimido al mes).
Por otro lado, llama la atención el hecho de que a pesar de que un 32 por ciento de las encuestadas en consulta ginecológica ha realizado tratamiento con TH y un 35 por ciento ha seguido tratamientos con fitoterapia, todavía un 19 por ciento asegura no tener información sobre terapias para los síntomas, mientras que un 20 por ciento indica que la información que recibe es escasa.
Hábitos de vida y salud subjetiva
En cuanto a los hábitos de vida, un 49 por ciento de las mujeres encuestadas han sido o son fumadoras activas mientras que un 38 por ciento consume alcohol de forma ocasional. En cuanto al ejercicio físico, un 43 por ciento asegura que camina más de 30 minutos al día, un 23 por ciento practica deporte de forma moderada y un 28 por ciento no realiza ninguna actividad deportiva.
A la respuesta ¿cómo se encuentra psicológicamente?, un 64 por ciento de las encuestadas manifiesta sentirse bien mientras que un 36 por ciento se encuentra regular o mal. Asimismo, un 65 por ciento considera que su salud es buena, frente al 35 por ciento que la evalúa como regular o mala.
La sintomatología climatérica afecta a la calidad de vida en varios aspectos. Un 54 por ciento de las encuestadas asegura padecer sequedad vaginal y verse incomodada por ello. Respecto al padecimiento de dolores articulares, las mujeres mayores de 55 años son las que sufren estos síntomas con mayor frecuencia. Este perfil de mujeres corresponde además a las más sedentarias.
El estado psicológico de las mujeres con menopausia está relacionado con el hecho de convivir o no con un familiar discapacitado o enfermo, en cuyo caso consideran su estado de ánimo como regular o malo.
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