El verano pasado, alrededor de 110.000 españoles sufrieron picaduras de mosquitos y de medusas en las playas de nuestro país. Para que estas vacaciones no te conviertas en una víctima más, lee nuestros consejos para evitar sus picaduras y aliviar sus síntomas.
El aumento de las temperaturas y la escasez de lluvia está haciendo aumentar la presencia de medusas e insectos voladores por toda la geografía española. Pero sobre todo es un mosquito, el denominado tigre, el que más está invadiendo las zonas costeras, advierte el doctor Alexis Sanpedro, asesor médico de Laboratorios Cinfa. Este mosquito, originario de Asia, se desarrolla en ambientes húmedos y cálidos, y su principal diferencia con el mosquito común es que vuela y ataca a sus víctimas durante todo el día, y por la noche se refugia en la vegetación.
Según especialistas, sus picaduras son muy agresivas y persistentes, provocando dolores e inflamaciones como reacciones alérgicas. Evitar sus agresivas y persistentes picaduras -que suelen ser en las extremidades inferiores- es «casi imposible». El remedio para aliviar el picor e hinchazón de su picadura es el mismo que para el mosquito común. Lee a continuación.
Un remedio para cada picadura
Los mosquitos comunes aprovechan la noche para atacar a sus víctimas. Su picadura provoca una leve hinchazón, a veces de aspecto de «haba», en la que se genera un picor no muy intenso, pero sí bastante duradero. Sus efectos se pasan al cabo de unas horas y no es necesario tratamiento con medicamento alguno. Sin embargo, para aliviar el picor, «podemos recurrir a los fármacos antipruriginosos en forma de gel o roll-on, que nos refrescan y calman la piel irritada», destaca el especialista. Este producto «no debe contener alcohol ni alterar el pH natural de a piel y debe ser útil para toda a familia, incluídos los bebés», añade.
Para protegernos de sus picaduras, el doctor Sanpedro aconseja comprar los repelentes específicos que el farmacéutico o médico nos recomiende. Para este especialista, el mejor repelente es el que contiene un principio activo eficaz con la protección suficiente para evitar las aplicaciones repetidas. A parte de estos repelentes, para los destinos tropicales el especialista recomienda acudir al médico, para informarse de las vacunas necesarias y fármacos para la prevención de ciertas enfermedades transmitidas por insectos.
En el caso de las medusas , existen muchas especies diferentes y de tamaños muy variados. Cuando las tocamos, todas ellas producen un estímulo de sus sensores activando los mecanismos de la picadura, que se produce rápidamente, inyectándose la sustancia tóxica dentro de nuestra piel. La toxina inyectada produce sobre todo picor intenso y un molesto escozor.
Para su tratamiento, los especialistas recomiendan: mantener a la persona en reposo; retirar los restos de medusas o pinchos con pinzas, nunca con los dedos; a continuación, lavar la zona infectada con agua de mar o agua fría (nunca con agua dulce de forma directa, sino con un plástico). Y para calmar el picor, «se debería aplicar algún antipruriginoso y si los síntomas persisten, acudir a un farmacéutico o al centro médico», advierte el especialista.
Las abejas y avispas clavan su aguijón y lo dejan dentro de la víctima, tras lo cual mueren. Sólo suelen atacar si se ven en peligro y cuando lo hacen dejan una hinchazón de color rojo marcado, de gran tamaño y bastante dolorosa. Aunque las picaduras no suelen revestir gravedad, en las personas alérgicas a estos insectos, sobre todo los niños, se exponen a mareos, pérdidas de conciencia, vómitos e incluso situaciones que ponen en peligro sus vidas si son víctimas de sus picotazos.
Para tratar este tipo de picaduras, en las que el resultado suele ser una hinchazón bastante grande, debemos extraer el aguijón del insecto, lavar la zona afectada, desinfectar con un antiséptico y aplicar un antipruriginoso para calmar el picor.
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