Por la salud de la mujer

04Sep. 01

Las necesidades de salud en mujeres y hombres son diferentes y esas diferencias se hacen cada vez más evidentes a medida que se investigan las peculiaridades propias de cada sexo mediante estudios clínicos y epidemiológicos. Partiendo de esta base, el Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer, con la colaboración de doce sociedades médicas y el Instituto de la Mujer, ha elaborado el Decálogo de Consejos Preventivos Para la Salud de la Mujer Española.

Este documento, con un claro carácter divulgativo y accesible a cualquier público, constituye una iniciativa sin precedentes en el panorama de la divulgación sanitaria española. El objetivo es difundir entre la población femenina una serie de recomendaciones sanitarias sobre los principales problemas de salud de la mujer, haciendo énfasis en la prevención de los problemas evitables y en la promoción de la salud.

«Las necesidades de salud y la situación social de mujeres y hombres son diferentes. Reconociendo estas diferencias aseguramos una atención sanitaria más adecuada, contribuyendo a obtener mejores resultados y a un uso más eficaz y eficiente de los recursos sanitarios», señala el doctor Santiago Palacios, director del Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer y promotor del proyecto.

Este texto recoge 16 decálogos dedicados a diversas patologías que se manifiestan en la mujer de manera diferente al hombre o que son más prevalentes en ésta. Anticoncepción, menopausia, cáncer de mama y de endometrio, incontinencia urinaria, enfermedad cardiovascular, hipertensión, colesterol, obesidad, artrosis, osteoporosis, migraña, depresión, enfermedad de Alzheimer y malos tratos son los temas abordados.

Los principales consejos que promueven estos 16 decálogos se basan en una dieta sana, práctica regular de ejercicio físico, abandono del hábito tabáquico, control de los factores de riesgo cardiovascular, hábitos de vida saludables, controles médicos, equilibrio afectivo y educación en igualdad para los dos géneros.

La mujer como cuidadora

«Existen otra serie de determinantes fuera de los meramente biológicos que inciden en las patologías encontradas en las mujeres, y que son consecuencia de factores económicos, sociales, culturales y políticos», explica el doctor Palacios. Así, destaca el importante papel de la mujer como cuidadora en el ámbito familiar y social, ya sea del cónyuge o de algún familiar dependiente. Este hecho repercute de manera negativa en la propia salud de la mujer, «este papel de cuidadoras de la salud ajena es, en muchos casos, perjudicial para la suya propia», apunta el doctor Palacios. Incluso la Organización Mundial de la Salud ha reconocido la importancia de esta labor, tanto en los países desarrollados como en los que se encuentran en vías de desarrollo.

Otro determinante social que puede tener efectos negativos en la salud de las mujeres es la educación. «La relación entre la educación y la salud está bien establecida, ya que los niveles educativos más altos se asocian a una buena salud. Como consecuencia, la gente con una educación mayor presenta una dependencia menor y mayores oportunidades de recuperación después de una enfermedad», declara el doctor Palacios en este documento.

Este experto señala que el progresivo aumento de la esperanza de vida de la mujer constituye un desafío para la prevención y tratamiento de las enfermedades agudas y crónicas. «Hemos pretendido ayudar a la mujer a que mire más por su propia salud para conseguir en la población femenina una mayor calidad de vida».

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