El insomnio afecta fundamentalmente a la "mujer, personas mayores, con peor salud y de nivel socioeconómico más bajo", indica el doctor Antonio Vela-Bueno, experto en trastornos del sueño y director del Laboratorio de Estrés y Sueño Humano, adscrito al Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid.
Las mujeres sufren más insomnio que los hombres porque también tienen «más depresión y más ansiedad». En los ancianos la aparición de esta patología responde a la combinación de un «deterioro general de la salud, más situaciones de estrés», un sueño «más superficial y más fragmentado» y un elevado consumo de fármacos, algunos de los cuales «favorecen la aparición de insomnio». También entre la población con menos recursos económicos el mayor nivel de estrés conlleva la presencia de más casos de insomnio.
Este trastorno no tiene una única causa sino que puede surgir en personas con depresión o ansiedad o como «una manifestación de una situación estresante». Asimismo, puede ser «síntoma de muchas enfermedades físicas», fundamentalmente las que «causan estados de hiperalerta o dolor que afectan al sueño».
«El insomnio lo suele ver la Atención Primaria en primera instancia» o los psiquiatras, aunque en casos más complejos se envía a los pacientes al especialista en trastornos del sueño. Estos profesionales se ocupan de realizar el diagnóstico del enfermo analizando la «historia clínica, pruebas de laboratorio y excepcionalmente, estudios del sueño», aunque también «hay que hacer siempre una valoración psicopatológica».
Tratamiento personalizado
Una vez diagnosticado, «el tratamiento hay que hacerlo a la medida de cada paciente». Para ello, en primer lugar «lo que se hace hoy son recomendaciones de buenos hábitos: regularidad a la hora de levantarse, irse a la cama sólo cuando se tenga sueño, hacer una actividad física adecuada a la forma física, no consumir sustancias estimulantes o que interfieran en el sueño como el alcohol» y no permanecer en la cama despierto, porque el objetivo es «que el paciente empiece a usar la cama para dormir». Si el paciente lo precisa se le administran fármacos, que «no siempre son hipnóticos», ya que en ocasiones se prescriben antidepresivos. En el caso de que el enfermo tenga algún tipo de psicopatologías se le aplicará además la psicoterapia.
El doctor Vela-Bueno explica que el insomnio ha sido «un tema relativamente abandonado en la investigación del sueño porque hay otras patologías más frecuentes (como la apnea)» pero en la actualidad «está empezando una etapa de preocupación» por esta enfermedad. «Ahora mismo lo que se está tratando de aclarar son los factores de predisposición y los mecanismos que subyacen al hecho de tener insomnio o situación de hiperalerta». Asimismo, se está investigando «la respuesta al estrés», porque en él influyen numerosos factores hormonales, y se van a realizar «estudios de eficacia de los tratamientos» para el insomnio.
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