Presentada la primera Guía de atención al inmigrante que recoge las particularidades culturales y patologías de riesgo según la zona de origen

El aumento del número de inmigrantes en nuestro país es un fenómeno con una gran repercusión social. Según datos del Ministerio del Interior, a comienzos del año 2002 vivían en España más de 1.100.000 extranjeros regularizados, de los que algo menos de la mitad eran nacidos en la UE y entre 300.000 o 400.000 podrían vivir en situación administrativa no regularizada. Este nuevo tapiz social también se refleja en las consultas de atención primaria.

Este crecimiento de la población inmigrante ha propiciado también el aumento de su paso por las consultas de atención primaria. Las diferencias culturales, lingüísticas, la precariedad en la que han vivido o viven muchos de estos inmigrantes y las patologías que hayan podido traer consigo desde su país natal, dan lugar a numerosas problemáticas que el médico de familia debe manejar en su práctica diaria.

Para ayudarle en esta tarea, la Sociedad Madrileña de Medicina Familiar y Comunitaria (SMMFyC) ha elaborado la primera Guía de Atención al Inmigrante , una obra que según los responsables de esta sociedad pretende dar respuestas y resolver las inquietudes que conlleva la atención sanitaria a los inmigrantes, tanto por el desconocimiento de ciertas patologías, principalmente las importadas desde sus países de origen, como por afrontar la especial situación por sus diferencias culturales.

«Para los médicos de familia la asistencia a este colectivo se ha convertido en un reto a afrontar, prácticamente sin ningún tipo de formación específica, y lo que es peor, sin casi recursos bibliográficos a los que acudir para adquirirla», justificaron los miembros de la SMMFyC en la presentación del documento que viene a llenar este vacío.

Según explican los coordinadores del libro «hemos intentado aportar soluciones específicas para situaciones concretas que se presentan a diario en las consultas, como pueden ser el manejo de diferentes enfermedades infecciosas, las peculiaridades de la entrevista clínica, el abordaje de la salud mental, el examen periódico de salud que necesita el inmigrante dependiendo de su origen, o la necesidad de cuidados de los niños inmigrantes o adoptados».

Contenido de la guía

La primera parte de la guía aborda la realidad de la inmigración en nuestro país, aspectos legales de su residencia y la ética de la atención al inmigrante además de los recursos sociales disponibles. La segunda parte está dedicada a aspectos clínicos, repasando tanto enfermedades tropicales como enfermedades infecciosas prevalentes: TBC, ETS, hepatitis, Sida o lepra.

En la tercera y última parte, se hace un análisis por zona geográficas en el que se revisan las enfermedades y los problemas más frecuentes en los distintos colectivos según su procedencia, así como su visión del sistema sanitario. Se ha procurado que estos capítulos fueran escritos por médicos de familia nacidos en países pertenecientes a estos colectivos con el fin de darles la perspectiva de los profesionales que conocen la asistencia sanitaria en los países de origen y poder comprender mejor las dificultades en la atención de estos colectivos.

Aspectos sociales de la atención al inmigrante

Según los autores de la guía, la propia situación de inmigración es, sin duda, el principal factor de riesgo para su salud y el que determina con mayor claridad las patologías que padecerá en el futuro, elevando en muchos casos sus probabilidades de morbilidad, discapacidad y muerte a niveles mucho mayores de los que asumía de manera natural en su país de origen.

Las condiciones precarias por las que a veces marchan de su país hace que arrastren consigo en algunos casos problemas de salud que componen las llamadas enfermedades de la pobreza y que son el fruto, básicamente de una serie de condicionantes externos nocivos (mala alimentación, mala salubridad del agua, etc).

Los factores ligados a los hábitos de vida y trabajo son los más importantes en la determinación de las desigualdades de salud, constituyendo el grupo de factores más involucrado en la génesis de patologías físicas, psíquicas y sociales. Accidentes laborales, acoso sexual y problemas psíquicos: reacciones de desadaptación, insomnio, depresión y ansiedad; son afecciones que presentan una frecuencia mucho mayor entre la población inmigrante, según la SMMFyC. Los datos disponibles también sugieren que los trabajadores inmigrantes tienen una predisposición a sufrir accidentes laborales tres veces superior a la española.

También es importante tener en cuenta que la persona inmigrante, además de hacer frente a las dificultades habituales de la vida, ha sufrido durante algún tiempo (y quizás, siga sufriendo) estrés aculturativo (tensión que produce la confrontación con una nueva cultura, que se puede manifestar en forma de problemas psicológicos, somáticos y de relación social).

Enfermedades que precisan de un mayor seguimiento son la tuberculosis (en los últimos diez años están aumentando los casos en inmigrantes a medida que aumenta el número de población inmigrante residente en España), el Sida, las ETS (enfermedades de transmisión sexual) o las hepatitis virales. «En general, las enfermedades más frecuentes en inmigrantes son las comunes en España. Y dentro de la gran amplitud de enfermedades tropicales que existen, las que padecen con mayor frecuencia los inmigrantes son sólo unas pocas», matizan los portavoces de la SMMFyC.

Mujeres y niños, colectivos más desprotegidos

Especial mención se hace en esta guía a la mayor desprotección de las mujeres y los niños inmigrantes. Según los autores, «las mujeres inmigrantes pueden estar sujetas a una carga adicional de violencia social y psicológica, a veces en forma de racismo y discriminación laboral y social, consecuencia de su condición de género, es decir, que sobre la situación desfavorable de inmigrante, que comparten con los hombres, se suma la de género, que es constante tanto en sus países de origen como en el país receptor».

Diversos estudios insisten en que la mujer inmigrante tiene una mayor propensión que el hombre a presentar alteraciones psicológicas causadas por el desarraigo, el estrés, la ansiedad y la adaptación. Además, están expuestas a múltiples enfermedades de transmisión sexual, violencia sexual y embarazos no deseados, que terminan con frecuencia en interrupciones voluntarias de los mismos, problemas por los que generalmente no acuden a los servicios sanitarios, incrementándose así el riesgo para su salud y bienestar. Capítulo a parte merece en esta guía la mutilación genital que sufren algunas mujeres de origen subsahariano.

Respecto a los niños, los mayores riesgos en la primera infancia son la malnutrición y las infecciones, siendo las más frecuentes las dermatológicas (micosis), respiratorias (bronquitis, neumonía), otorrinolaringológicas (otitis, amigdalitis), gastrointestinales y urinarias. Otro aspecto destacable, igualmente, son los problemas odontológicos (caries, periodontitis, gingivo-estomatitis) que pueden llegar a estar presentes en más del 30 por ciento de los niños, según los expertos de la SMMFyC.

Los autores confían en que este libro ayude a atender correctamente al inmigrante y aliente a buscar fórmulas para mejorar la asistencia que recibe, por ejemplo, desarrollando estrategias de captación activa para un colectivo que muchas veces está voluntariamente fuera del cuidado sanitario.