Prevenir la hipertensión en edades tempranas

Los jóvenes pueden tender a presentar un nivel de presión arterial alta pero no tienen la costumbre de controlarla.

Un grupo de investigadores norteamericanos de la Northwestern University Medical School de Chicago ha publicado un estudio recientemente en los Archives of Internal Medicine que demuestra la poca preocupación de los varones jóvenes por sus niveles de tensión arterial desemboca en riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares prematuras. El estudio, que empezó en el año 1967, presenta datos recogidos de un total de casi once mil hombres jóvenes de entre dieciocho y 39 años a los que se les realizó un seguimiento de su presión arterial durante 25 años. Al menos un 25 por ciento de los casos estudiados presentaba, al inicio del estudio, un nivel normal-alto de presión arterial o bien un nivel 1 de hipertensión. El nivel normal-alto supone una lectura de 130-139 (presión sistólica) y 85-89 (presión diastólica) y el nivel 1 de hipertensión se sitúa entre el 140-149 y 90-99. Un nivel de presión arterial óptimo es más bajo de 120 y mayor que 80. Después de 25 años, 197 de los casos estudiados murieron por causa de algún problema coronario, 257 habían muerto de una enfermedad cardiovascular y 759 por otras causas, algunas de ellas atribuidas a una alta presión arterial, como enfermedades renales o de hígado. La esperanza de vida se acortó, por lo tanto, en 2,2 años para los hombres con una tensión arterial normal-alta y en 4,1 años para aquellos con estadio 1 de hipertensión. Los afectados con presión arterial normal-alta tenían un 34 por ciento de probabilidades de morir a causa de alguna enfermedad cardiovascular y los que presentaban un estadio 1 de hipertensión tenían un 50 por ciento de morir a causa de un mal coronario. La doctora Martha Daviglus, una de las autoras de la investigación que se ha presentado recientemente, opina que cuando una persona es joven «nunca se piensa que se va a morir de una enfermedad coronaria, pero si se educa a la gente joven y se les muestran los datos extraídos, entonces si que quizá les afectará».

Según la doctora Daviglus, muchos médicos no prescriben medicación para el tratamiento de la hipertensión en hombres jóvenes por culpa de los efectos secundarios potenciales que pueden aparecer a largo plazo. A su vez, la doctora Daviglus afirma que el estudio publicado demuestra que, en muchos casos, esta medicación es necesaria para la prevención de posteriores complicaciones. Además, según la doctora, los jóvenes deberían controlarse la presión más asiduamente y cambiar los ritmos de vida estresantes mucho antes. Así, la prevención debería empezar en la infancia, potenciando dietas con más frutas y verduras, menos alimentos salados o industriales y mucho más ejercicio del que se realiza habitualmente.