Primer nanomedicamento que trata el cáncer en humanos

Los investigadores demostraron la capacidad de BIND-014 para llegar, eficazmente, a un receptor que se expresa en los tumores; consiguiendo altas concentraciones de la droga en el tumor, y mostrando una destacada eficacia y seguridad farmacológica, en comparación con el fármaco de quimioterapia, docetaxel.

Científicos, ingenieros y médicos de diferentes centros de investigación de Estados Unidos han encontrado efectos prometedores de un medicamento contra el cáncer, llamado BIND-014, para el tratamiento de tumores sólidos, que se ha convertido en el primer nanomedicamento dirigido y programado para ser estudiado en humanos.

En dicho avance, que ha sido publicado en el último número de la revista Science Translational Medicine , han participado miembros del Brigham and Women’s Hospital (BWH), el Instituto del Cáncer Dana-Farber (DFCI, por sus siglas en inglés), la Escuela Médica de Harvard, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), la compañía Biociencias BIND, el Instituto de Investigación Genómica Traslacional (TGen), el Instituto Karmanos del Cáncer, de la Universidad Estatal de Wayne, y el Weill Cornell Medical College.

En concreto, los investigadores demostraron la capacidad de BIND-014 para llegar, eficazmente, a un receptor que se expresa en los tumores; consiguiendo altas concentraciones de la droga en el tumor, y mostrando una destacada eficacia y seguridad farmacológica, en comparación con el fármaco de quimioterapia, docetaxel (‘Taxotere’).

«BIND-014 ha demostrado, por primera vez, que es posible generar medicamentos con propiedades concretas y programables, que puedan concentrar el efecto terapéutico, directamente, en el sitio de la enfermedad -esto podría revolucionar la forma en que se tratan enfermedades complejas, como el cáncer», afirma el doctor Omid Farokhzad, científico en el Departamento de Anestesiología del BWH, y coautor del estudio.

Según otro coautor, Robert Langer, profesor en el MIT, «los intentos anteriores de desarrollar nanopartículas específicas no se han traducido con éxito en estudios clínicos en humanos, debido a la dificultad inherente en el diseño y ampliación de una partícula capaz de evadir la respuesta inmune, y liberar fármacos de manera controlada».

Además, la droga de esta nueva investigación es la primera de su clase en llegar a la evaluación clínica, y ha conseguido una gran concentración farmacológica en los tumores, dirigiendo el fármaco, encapsulado en nanopartículas, directamente hacia los tumores.

En el estudio, los investigadores registraron características farmacocinéticas consistentes con la circulación prolongada, y liberación controlada del fármaco, hasta, al menos, 100 veces más que el docetaxel; así como un aumento de 10 veces en las concentraciones intratumorales de drogas, suprimiendo el crecimiento de los tumores en varios modelos, en comparación con el docetaxel convencional.

Por otra parte, los primeros datos clínicos de 17 pacientes altamente pretratados, con cánceres de tumores sólidos avanzados, o metastáticos, indicó que BIND-014 presenta características farmacológicas consistentes con los hallazgos preclínicos de farmacocinética, y la acumulación en los sitios del tumor, con efectos clínicos observados con dosis tan bajas como un 20 por ciento de la dosis normalmente prescrita de docetaxel -en los cánceres en los que el docetaxel tiene una actividad mínima (por ejemplo, el cáncer de cuello uterino).

«El desarrollo de BIND-014 demuestra que las propiedades de las drogas, tales como la solubilidad, el metabolismo, el plasma de unión y la biodistribución, ya no se restringen a su composición química, sino también a la función de las propiedades fisicoquímicas de las nanopartículas», afirma Farokhzad.

Los investigadores señalan que BIND-014 cambia de forma significativa los efectos biológicos de docetaxel, en virtud de los cambios fundamentales en la farmacología, incluidos los aumentos importantes de la concentración en el tumor. Hasta la fecha, BIND-014 se ha administrado a dosis de hasta 75 mg/m2, y ha sido bien tolerado, sin presentar nuevos efectos tóxicos.