¿Problemas al morder?

04Mar. 08

Úlceras estomacales, presión alta, alopecia... son algunas de las dolencias que, desde hace años, se vinculan al estrés. Sin embargo, hasta hace poco, no se ha reconocido la relación entre el estrés y el síndrome de la articulación témporo mandibular (ATM), que consiste en acumular toda esta tensión en los músculos que se encargan del movimiento de la mandíbula. El doctor Alberto Canábez, odontólogo y experto en esta patología, nos explica las causas y consecuencias de lo que es un problema para más personas, cada día.

. ¿En qué consiste el síndrome de la articulación témporo mandibular?

Consiste en una serie de signos y síntomas relacionados con la patología de la articulación témporo mandibular y de la oclusión dental. Generalmente, esta patología produce dolores en la zona lateral de la cabeza, del oído, incapacidad de abrir y cerrar la boca y también suele producir ruidos articulares.

¿Cuáles son las causas de este trastorno?

Tiene dos tipos de causas: unas locales, relacionadas con la mala mordida de los dientes, y con los problemas de las articulaciones propiamente dichas, degenerativos en algunos casos. Por otro lado, está el estrés como agravante, así como también cualquier otro tipo de sobrecarga de la articulación, como por ejemplo masticar chicles.

¿Qué síntomas nos indican que deberíamos ir al médico?

El mayor número de consultas que tenemos es por dolor, pero hay algunos pacientes que consultan por mareos y vértigos. También hay pacientes que vienen con limitaciones del movimiento de la boca, por ejemplo no pueden abrir o cerrarla.

¿Qué tipo de tratamiento se utiliza?

Se empieza con un buen diagnóstico de precisión del movimiento de la mandíbula y se procede al tratamiento, que consiste en una férula de reposicionamiento y un proceso de apoyo de fisioterapia. La finalidad de esta férula es centrar perfectamente la mandíbula con sus articulaciones. Todas las articulaciones del cuerpo humano tienen una relación de trabajo central que es óptima. Cuando éstas se encuentran descentradas, entonces la relación de trabajo empieza a producir patología. La férula lo que consigue es una mordida perfecta.

¿En qué casos se debería utilizar la cirugía?

La cirugía ha sido preconizada para la articulación témporo mandibular durante años, pero los resultados han sido cada vez más desalentadores. El tipo de intervención que se suele realizar se llama artrocentesis, y consiste en un lavado articular con una solución salina para producir una limpieza de los metabolitos de la inflamación articular. Pero hoy día se intenta cada vez menos, ya que es una solución extrema.

¿Tiene secuelas a largo plazo este tipo de trastorno?

No debería. Una vez el paciente ha pasado todas las etapas del tratamiento, si éste ha sido eficaz, siempre vamos a tener un paciente lábil, pero no debería quedar ningún desarreglo interno de la articulación. Sin embargo, algunas articulaciones pueden funcionar perfectamente pero no tienen una composición interna correcta porque se ha destrozado definitivamente un componente que se llama disco articular.

¿Existen métodos de prevención?

Los métodos de prevención consisten en controlar muy bien la oclusión dental, y por ejemplo, ser conscientes que tener la boca desalineada favorece la aparición de problemas en la articulación témporo mandibular. Por otra parte, una ortodoncia bien realizada puede ser una prevención de esta patología. Y en el día a día, se debe intentar no cargar las articulaciones, por ejemplo no masticando chicle o durmiendo en posiciones boca abajo, ya que pueden ser perjudiciales.

¿Quién puede padecer este trastorno?

Este trastorno se observa mayoritariamente en mujeres de entre 13 y 60 años. No obstante, puede padecerla cualquier persona, aunque, reitero, tienen más tendencia las mujeres. Tal vez la explicación está en que las mujeres tienen un mayor grado de laxitud articular que los hombres. Por otro lado, las mujeres hoy día tienen más presión que antes. Y el estrés es un desencadenante de esta situación que podría haber estado crónico sin dar síntomas y una vez que le aplicamos una carga de estrés importante se hace una situación aguda y se ve clínicamente.

Se ha diagnosticado el síndrome de ATM a niños de entre cinco y 12 años, ¿es frecuente el diagnóstico de este trastorno en la infancia?

No es frecuente diagnosticar este trastorno en la infancia, pero es importante no descartarlo. Siempre que el niño tenga un dolor de oído repetidamente y que no tenga una buena explicación desde el punto de vista otorrinolaringológico, debería ser estudiado para ver si es un problema articular.

Siendo el estrés una de las causas principales de esta patología, ¿se ha notado un aumento de este trastorno en la población, así como del estrés?

Según mi experiencia profesional en estos 20 años, puedo decir que cada vez hay más demanda. En mi consulta, hay un claro aumento de primeras visitas debido a esta patología.