La alergia a los pólenes es la primera causa de rinoconjuntivitis alérgica y la segunda de asma bronquial en nuestro país. El 80% de los españoles que tienen asma sufren una reacción alérgica. Más del 15% de la población es alérgica al polen, y el porcentaje alcanza el 30% entre la población juvenil. Ante estos datos la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha elaborado una serie de recomendaciones para aliviar los síntomas de los afectados.
La alergia a pólenes es una de las causas principales de alteraciones respiratorias como la rinitis y el asma. La doctora Consuelo Martínez Cócera, presidenta de la SEAIC afirma que la mitad de los pacientes con rinoconjuntivitis tiene hipersensibilidad al polen “es el proceso alérgico más frecuente en nuestro país durante todo el año, le sigue el asma bronquial que afecta al 35% de la población alérgica española”.
La polinosis o alergia al polen es una enfermedad alérgica que se presenta normalmente en primavera y verano. La causa de esta patología es una reacción alérgica a los pólenes que respiramos. Los síntomas principales son picor de ojos, enrojecimiento y lagrimeo, estornudos, congestión y picor de nariz. Javier Subiza, coordinador del Comité de Aerobiolagía de la SEAIC, afirma que “la calidad de vida de las personas que sufren rinitis alérgica se ve seriamente perjudicada. Tienen problemas de concentración en los estudios o el trabajo, problemas de aislamiento social…no se trata de cuatro estornudos”.
Factores que acentúan los síntomas
Los síntomas propios de la alergia pueden acentuarse por una serie de factores irritantes, en los países occidentales el más importante es el de la contaminación. Este factor es el responsable de que la alergia en las ciudades supere a la que se registra en las zonas rurales, en las que predominan más pólenes. Subiza apunta que el diesel es uno de los contaminantes atmosféricos que más influye en los alérgicos.
El exceso de higiene en los alimentos que consumimos es, aunque pueda parecer lo contrario, contraproducente para nuestro sistema inmunológico porque “lo hacemos perezoso y somos más sensibles ante cualquier tipo de virus o bacteria”, asegura Subiza. El humo del tabaco y el polvo doméstico son otros de los factores que acentúan la sintomatología de los alérgicos.
Además del diesel, otra de las sustancias altamente irritantes es el ozono. En las estaciones de primavera y verano, al aumentar las horas de sol, se produce una mayor cantidad de ozono. Por eso durantes estos meses, en los lugares con alto índice de contaminación, se aumentan los síntomas.
Como medida preventiva, los expertos recomiendan que el alérgico acuda al médico antes de adentrarse en pleno periodo de polinización y manifestar los síntomas. La primavera no es la única estación del año en la que se produce polinización, ya que el polen de muchas plantas está presente en invierno y otoño.
Conocer el comportamiento del polen
– El polen se libera sólo durante el día, por la noche disminuye su concentración aunque de 5 a 10 de la mañana aumenta.
– Los días secos y calurosos son los que tienen mayor concentración.
– Cuando llueve la cantidad de polen disminuye, pero cuando se está preparando una tormenta primaveral aumenta considerablemente.
– El viento aumenta la presencia de polen en el ambiente.
– La polinización es mayor en el interior de la península que en las zonas costeras.
¿Qué hacer para protegerse?
– Use gafas de sol para protegerse de la conjuntivitis ocular
– Ventilar la casa tras la puesta de sol. Cinco minutos son suficientes para ventilar perfectamente una habitación.
– Lleve las ventanillas del vehículo cerradas si tiene que viajar.
– Si utiliza aire acondicionado es aconsejable colocar un filtro para pólenes.
– Evite permanecer en parques, jardines o zonas con vegetación. Evite también el contacto con el césped.
– Para evitar la inhalación de pólenes del exterior, utilice purificadores de aire en la vivienda.
– La SEAIC dispone de una página en Internet para su consulta
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