¿Puede curarse la obesidad? (I)

14Mar. 01

¿Cómo podemos diferenciar la obesidad del simple problema de sobrepeso? ¿Cómo se puede acabar con la marginación que sufren los enfermos de obesidad? ¿Por qué engordamos? ¿Cómo quemamos las grasas que nos sobran? ¿Son efectivas las dietas? Estas fueron algunas de las cuestiones tratadas por el Doctor en Biología y Especialista en Obesidad Marià Alemany en su charla dentro del ciclo La ciencia en la calle que el Ayuntamiento de Barcelona organiza para acercar la ciencia a la ciudadanía.

A pesar de que se está avanzando mucho en el estudio de la obesidad, aún no se puede curar, fue la primera afirmación que el doctor Marià Alemany hizo en su conferencia ¿Puede curarse la obesidad?. El primer problema que planteó este especialista fue qué entendemos por obesidad: «normalmente es un exceso de grasa por encima de lo normal, ¿pero a qué llamamos exceso? Hoy todo el mundo piensa que es obeso porque le sobran unos kilos y no es así» afirmó refiriéndose a la facilidad con que muchos ciudadanos relacionan leves problemas de sobrepeso como obesidad.

«Existen unos cánones de belleza extendidos por el cine y la televisión, gente plastificada que no sé de dónde salen porque no les ves por la calle, y hace que los jóvenes obesos que están fuera de esos cánones de belleza sean marginados y no se integren fácilmente en los grupos de amigos. Y eso crea la tensión que lleva hasta la anorexia y la bulimia, alcanzando a personas a las que sólo les sobra unos kilos de más».

Obesidad y calidad de vida

Para trazar una línea clara entre un enfermo de obesidad y una persona con sobrepeso, el doctor Alemany explica que «un obeso tiene tal exceso de grasa que le provoca problemas de desplazamiento, en el funcionamiento de sus órganos, tiene dificultades de relacionarse y acorta su vida potenciando otras enfermedades». En su opinión es un problema que traspasa el ámbito de la ciencia y «entra en el terreno de la sociología para llegar a cómo los obesos viven su enfermedad y cómo el resto de la sociedad la ve», afirma este especialista, quejándose por cómo la sociedad da la espalda a estos enfermos.

Las patologías más importantes que puede conllevar la obesidad, según este biólogo barcelonés, son la insuficiencia respiratoria y la insuficiencia cardíaca. Pero incidió en una enfermedad de graves repercusiones a la que, según su punto de vista, todavía no se le da la importancia justa: la apnea del sueño.

«Es una enfermedad muy molesta. Hay una obstrucción de las vías respiratorias que provoca que durante unos segundos el oxígeno deje de entrar en el cerebro y se activen los mecanismos de alarma en el organismo, por lo que la persona se despierte sobresaltada», explica el doctor Alemany. A causa de esta enfermedad, el paciente con apnea no descansa o se duerme de día en momentos en que debería trabajar y ello puede resultar muy peligroso «en personas con un trabajo de gran responsabilidad como los conductores de autobuses», advierte este biólogo. Otras patologías ligadas a la obesidad son la diabetes y patologías de huesos como la artrosis o los dolores de espalda.

¿Existe el peso ideal?

Marià Alemany considera que los baremos utilizados tradicionalmente para marcar nuestro peso ideal no son del todo exactos. «Un método muy común es quitar a la estatura un metro, una persona de metro setenta debía pesar setenta kilos, pero esto no es preciso», afirma Alemany. Quien tampoco considera preciso «el sistema tan de moda del Índice de Masa Corporal, que no tiene en cuenta ni la edad ni la estatura ni el sexo. Si nos medimos por este índice, Arnold Schwarzenegger daría positivo como obeso», asegura.

Lo que sí es importante es evitar sobrepasar unos umbrales de peso corporal o no llegar a ellos, ya que según este especialista es en este umbral intermedio «donde hay menos mortalidad».

Las causas de la obesidad

Los gastos que provoca la obesidad en Estados Unidos alcanzan los 90.000 millones de dólares mientras que en España, según un estudio reciente «pero no del todo completo» resaltó Alemany, se gastan 350.000 millones de pesetas aproximadamente. «En nuestro país la obesidad afecta al trece por ciento de la población y su incidencia está creciendo tanto en los países desarrollados como en subdesarrollados» resaltó.

Ante el problema creciente que supone la obesidad, el doctor Marià Alemany hizo un repaso a sus causas. «Hemos dicho que hay una causa genética, pero los genes que poseemos son los mismos que tenían nuestros antepasados y no había tanta incidencia de la obesidad. ¿Comemos demasiado?. Sí, es cierto que comemos más proteínas, grasas y lácteos de los que serían recomendables y que no tomamos productos naturales como legumbres, verduras o fruta en las cantidades adecuadas. Y también es cierto que hay un mayor sedentarismo», advierte.

Pero el factor más novedoso es, según el doctor Alemany, el estrés que según este especialista «incide más de lo que parece». La vida moderna nos provoca ansiedad a través de muchos frentes. Y ante una situación de angustia nuestro organismo segrega adrenalina, dando sustrato a los músculos para que se preparen y hagan frente a la agresión. «Este momento de euforia metabólica», explica Alemany, «luego tiene que ser compensado por el organismo, que genera corticoides para recuperar los niveles de grasa, glucosa y reparar las fibras perdidas. El problema es que al final son tantas las agresiones que nos provocan estrés que pasamos de todo, pero el organismo sigue segregando corticoides y nos da una acumulación compensatoria de grasa que al final no hemos llegado a utilizar», y ello nos hace engordar.

¿Por qué engordamos?

El biólogo Marià Alemany también aprovechó para desmentir la ecuación de que si comemos, engordamos; y si no comemos o comemos menos, quemamos grasas de reserva y adelgazamos. En su opinión, esta creencia de que el peso corporal se puede variar a voluntad «no es del todo cierta» ya que el proceso es «más complicado».

Según este biólogo, «los humanos somos el resultado de una evolución de miles de años muy precisa, hasta darnos el índice de masa corporal y las reservas de grasa necesarias para sobrevivir. Es decir, la regulación de la masa de reservas acumuladas es independiente de si comemos mucho o poco».

Sin embargo, cada persona regula su reserva de grasas de una forma diferente. Como explicó Alemany «todo el mundo conoce a alguien delgado que por mucho que coma no engorda y aquel amigo obeso que con sólo ver la fotocopia de una sopa engorda seis kilos. El cerebro mantiene el peso corporal con precisión según la edad. Y la obesidad es un desajuste de estos mecanismos de regulación».

La edad es uno de los principales factores a la hora de que nuestro cerebro regule la masa de reservas de grasa que nos corresponde, una regulación que también resulta de esa evolución de millones de años. Por ejemplo, «la barriga del hombre en su madurez es la misma barriga que en los gorilas adultos muestra que su capacidad reproductiva funciona a pleno rendimiento. Los gorilas con mayor barriga muestran así que son los más fértiles y por ello son los líderes de la manada» a lo que añadió con una sonrisa «desafortunadamente, al revés de lo que pasa con los hombres».

La conclusión es que muchos de los considerados defectos contra los que a veces luchamos no son más que inevitables caracteres sexuales secundarios, «son el resultado de nuestra evolución y nos dan el peso corporal preciso según nuestra edad». El problema, se lamentó, es que ahora, por culpa de nuestros ideales de belleza, «todo el mundo quiere tener el peso corporal que nos corresponde con diecisiete años y eso no es posible» recuerda Alemany.

¿Puede curarse la obesidad? (II)